López Quesada presentó pérdidas por valor de 5.556 millones de pesetas
La Banca López Quesada procedió ayer a una remodelación casi total de su consejo de administración, con la entrada de cinco representantes del fondo de garantía de depósitos -accionista mayoritario del banco tras la reciente ampliación de capital, ya que controla el 76,7% del mismo- y dos del capital privado, José María de Alós y Jesús Velayos. La inclusión de este último ha causado cierta sorpresa en medios bancarios, pues la actuación de la familia Velayos en los últimos meses parecía excluirles del consejo, controlado ahora por representantes del sector público.
La junta general de accionistas se celebró en un ambiente de cierta tensión, ya que numerosos accionistas interrumpieron en varias ocasiones el informe elel presidente, José María Castañé, pidiendo responsabilidades para los anteriores administradores de la sociedad, la familia López Quesada.La Banca López Quesada está siendo sometida a un proceso de auditoría, que aún no ha podido arrojar resultados definitivos por la falta de sistematización, control y veracidad de que adolecen los registros contables y archivos. No obstante, en el balance informativo presentado a los accionistas se reflejan unas pérdidas de 5.556,3 millones de pesetas, cuyo desglose corresponde al cuadro adjunto.
Las pérdidas netas afloradas se elevan a 4.762 millones, como consecuencia de restarle a las contables el importe de las actualizaciones del activo realizadas al amparo de la ley de Presupuestos de 1979, correspondiendo 721 millones a la actualización del precio del palacio de Vistahermosa, sede social de la entidad, cuyo valor se ha estirnado en 3.093 millones de pesetas con uña plusvalía de 2.110 rnillones. Otros setenta millones se incorporaron en el mismo concepto como revalorizaciones de otros activos.
A los 4.762 millones de pesetas de pérdidas netas hay que restarles la aplicación de los 1.566 millones de pesetas de las cuentas de reservas, los 810 millones de la reducción del capital en un 50%, destinados al saneamiento del activo. Esta operación arroja una cifra de pérdidas no saneada de 2.376 millones de pesetas, frente a los 3.911 millones del capital
El presidente de la Banca López Quesada se pronunció por la conveniencla de proceder a la venta del palacio de Vistahermosa, aunque reconoció las dificultades que se plantean, por lo que posiblemente no se pueda realizar en un futuro inmediato.
José María Castañé se refirió asimismo a la intención del principal accionista, el fondo de garantía de depósitos, de proceder, en el plazo más breve posible, al concurso restringido de venta de la entidad para lo que ha sido designado subastador Aristóbulo de Juan, presidente de la Corporación Bancaria,
Por último asumió el compromiso de convocar una nueva junta general tan pronto como se tengan los datos definitivos de la auditoría para aprobar el balance definitivo correspondiente a 1979.
El turno de ruegos y preguntas estuvo inusitadamente animado, si bien las intervenciones de todos los pequeños accionistas tuvieron un denominador común: la necesidad de exigir responsabilidades por la vía judicial a los antiguos administradores de la entidad por la situación de desequilibrio patrimonial en que habían dejado a la Banca López Quesada. También hicieron uso de la palabra Luis Benítez de Lugo, marqués de la Florida, y Fernando Velayos. La intervención de Fernando Velayos, hermano de uno de los dos consejeros privados, resultó muy controvertida. En un primer momento realizó una serie de preguntas sobre la actuación del actual presidente.
Estas preguntas fueron respondidas satisfactoriamente por el señor Castañé, señalando que tanto él como el secretario del consejo se reservaban las acciones legales a que hubiere lugar contra el señor Velayos. Cuando el presidente había dado ya por concluida lajunta volvió a tomar la palabra Fernando Velayos para disculparse de las acusaciones vertidas con anterioridad.
