ETApm hace estallar su quinta bomba en la provincia de Alicante
Una nueva bomba de ETApm, la quinta en las últimas 48 horas en la de Alicante, hizo explosión, en la madrugada de ayer, en la localidad turística de Jávea. El artefacto, compuesto por trescientos gramos de Goma 2 (en dos cartuchos por sistema de retardo), explosionó por primera vez dentro del plazo de tiempo anunciado por la organización terrorista vasca y tan sólo causó pequeños daños materiales en un jardín del Parador Nacional.La colocación de este artefacto fue anunciada a las 0.30 horas de ayer, mediante un comunicado leído por ETApm al diario vasco Deia. Veinticinco minutos después, el Gobierno Civil de Alicante tuvo conocimiento del mismo y de inmediato se procedió a desalojar el parador nacional de Jávea y la vecina playa de las Arenas, donde, según la nota de ETApm, iba a explosionar una bomba entre las 0 y las 12 horas del viernes.
El parador nacional de Jávea, que cuenta con una capacidad de 117 plazas distribuidas en sesenta habitaciones, se encontraba ocupado por 108 huéspedes en el momento de producirse la alarma de bomba. Un total de 93 personas fueron trasladados de inmediato a un establecimiento cercano, el hotel Villa Naranjas, en tanto que otros quince abandonaron la localidad o pernoctaron en sus vehículos fuera de la zona de peligro. Entre las personas que decidieron abandonar Jávea se encontraba una pareja de recién casados, que no tuvieron tiempo de cambiar sus vestimentas nupciales para ser evacuados.
A las 4 de la madrugada se encontraba la zona acordonada y en el hall del parador nacional funcionaba un centro de coordinación de las operaciones de rastreo por habitaciones y dependencias del establecimiento hotelero. En la búsqueda participaba un perro especializado en este tipo de rastreos, llamado Bitter, al que el capitán de la Guardia Civil presente en la operación -según pudo presenciar EL PAIS- ordenó instantes antes de la explosión que se dirigiera hacia la zona donde ésta tendría lugar. Una detonación se produjo a unos ochenta metros de donde se estaban dando estas órdenes, casi en el momento en que ésta se producía.
El artefacto explosionó a las 5.03 en los jardines de la parte posterior del parador nacional, bajo una planta ornamental -una bitera- situada junto al canal de la Fontana, que separa al establecimiento hotelero de la playa del Arenal. Los daños han sido muy escasos: algunas plantas destrozadas y un pequeño hoyo de unos cuarenta centímetros (esto se debe a la libertad de evasión de la onda expansiva).
A últimas horas de la mañana de ayer, el parador nacional volvió a ser abierto, mientras que la playa del Arenal continuaba acordonada.
El nuevo artefacto etarra ha suscitado a todos los niveles un clima de indignación y condena, que a veces se traduce -en ciertas personas- en una clara hostilidad hacia los vascos. Tras el atentado, el alcalde socialista de Jávea, Enrique Bas, manifestó: «Estamos desolados, pero no somos cobardes. Las gentes de Jávea, si pudiéramos, estaríamos dispuestas a llegar al cuerpo a cuerpo con ETA».
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