Unanimidad del comité federal del PSOE contra la integración de España en la OTAN
El Gobierno va a la deriva en política exterior, lo cual está en el origen del acoso que España sufre en varios terrenos. Esta es la conclusión más importante que extrajo el comité federal del PSOE, máximo órgano de este partido, durante el extenso debate dedicado a las. relaciones internacionales en la reunión celebrada en Madrid el pasado fin de semana. Junto con una actitud radicalmente contraria al ingreso en la OTAN, el comité federal ratificó la estrategia de confrontación con el Gobierno de UCD, y asimismo aprobó un documento en que se recuerda a los militantes que las discrepancias con la dirección deben expresarse exclusivamente por cauces internos.
La resolución del comité federal sobre política exterior «ratifica la posición de defensa del estado actual internacional, consciente de que cualquier alteración del mismo provoca inseguridad y riesgo». Y tras rechazar expresamente la integración de España en la OTAN, afirma: «El Gobierno sigue despreciando las instituciones democráticas representativas, como pone de manifiesto el hecho de que pocos días después del debate parlamentario sobre la situación política general, seguido por millones de españoles, lance a través de la prensa una propuesta tan grave como la de comprometer a España en una alianza militar, Esto aparece como un claro intento de distraer la atención de la opinión pública de los problemas sociales, económicos y políticos internos, puestos de manifiesto en el debate de censura, junto con la incapacidad del Gobierno para resolverlos».Esta resolución escrita -aprobada por unanimidad- fue complementada ayer con una extensa conferencia de prensa, en la que miembros de la ejecutiva del PSOE comentaron y matizaron gran número de cuestiones. A juicio de la dirección del partido, «es evidente que el Gobierno carece de política exterior», y se hace imprescindible lograr una mayor eficacia en as relaciones internacionales, de forma ese la «política franquista de aislamiento y debilidad» que, ajuicio de la ejecutiva del PSOE, practica el Gobierno actual.
De acuerdo con estas matizaciones, la línea básica de la política socialista en la materia consiste en mantener el estado actual internacional: esa situación se rompería con la incorporación de un nuevo país a la Alianza Atlántica -España, en este caso-, y también podría romperse si no se renovaran los acuerdos militares de nuestro país con Estados Unidos, que deber mantenerse como hasta ahora.
En cuanto a los problemas surgidos en la negociación con la Comunidad Económica Europea, afirmaron que las declaraciones de Giscard d'Estaing sobre la conveniencia de su retraso de las nuevas adhesiones, constituyen «el resultado de las gestiones que durante varios años ha realizado el Gobierno de UCD y su ministro Calvo Sotelo», lo cual es «tanto más grave, cuanto que varios países de la Comunidad están dominados ahora por Gobiernos conservadores, como los de Francia y Gran Bretaña, lo cual demuestra la escasa audiencia del presidente Suárez entre sus aliados naturales».
Oposición en todos los terrenos
Además de la cuestión internacional, a la que el comité federal y la ejecutiva del PSOE han concedido tanta importancia debido a su actualidad, el máximo órgano del citado partido dedicó un amplio debate a la estrategia general de oposición al Gobierno UCD, que el comité federal ratificó por unanimidad. En este contexto fueron aprobados los siguientes puntos, que pueden constituir la oferta programática fundamental del PSOE de cara a la construcción de la «nueva mayoría» anunciada por Felipe González.1. Asegurar un proyecto político de construcción del Estado de las autonomías, siguiendo las líneas marcadas en el discurso del secretario general del PSOE en el Parlamento, el 28 de mayo de 1980.
2. Democratizar radicalmente las estructuras del Estado a través de una reforma de la Administración pública, basada en los criterios de eficacia, transparencia y descentralización.
3. Potenciar los derechos y libertades democráticos de los ciudadanos, y luchar contra cualquier. forma de corrupción.
4. Ratificar la estrategia económica del PSOE, basada en la lucha por el empleo, la recuperación de la inversión, un sector público eficiente y redistributivo, la reestructuración programada de los sectores productivos, y unos acuerdos de planificación.
5. Dotar a la sociedad española de equipamientos y servicios sociales, que permitan ir superando las profundas desigualdades.
Sin embargo, el comité federal del PSOE no adoptó decisiones sobre procedimientos concretos de táctica. política: no se estableció acuerdo alguno sobre la eventual presentación de otra moción de censura, ni tampoco se formularon hipótesis alternativas. A este respecto, miembros de la ejecutiva del PSOE comentaron ayer que «la virtualidad de que se elija la fórmula de la moción de censura, u otro procedimiento, depende de que el Gobierno pueda o no mantenerse en el poder; es decir, que conserve o no la mayoría parlamentaria suficiente.
La resolución aprobada en el comité federal contiene una nueva petición de ley de régimen local, y asimismo menciona el apoyo de la política de UGT, al tiempo que «llama a todos los trabajadores para que se sumen con sus votos a la estrategia de UGT».
Problemas de disciplina
Por otra parte, el comité federal debatió el procedimiento empleado por quince parlamentarios -catorce en realidad, al confirmarse que Joan Pastor no firmó el texto- para criticar el programa de gobierno de Felipe González y aprobó una resolución sobre las obligaciones de los militantes.Este acuerdo, al que ha tenido acceso EL PAIS, comienza indicando que la democracia es un elemento esencial del Partido Socialista, que la crítica es un derecho y un deber, y que la libertad de expresión deberá ser absoluta a todos los niveles internos. Los afiliados -continúa- desarrollarán actividades al servicio de los objetivos programáticos del partido, «aceptando, cumpliendo y defendiendo no solamente la declaración de principios, programa, resoluciones y estatutos aprobados en los congresos, sino también las decisiones emanadas de los órganos rectores».
«Recordamos una vez más», agrega el documento, «que toda manifestación discrepante, relacionada con los acuerdos y resoluciones de los órganos de dirección del partido, se harán sólo y exclusivamente por los cauces internos del PSOE, cuya utilización queda garantizada a todos los afiliados; así como la prohibición estatutaria de cualquier colectivo de compañeros organizados al margen de las estructuras del partido» (las palabras en cursiva corresponden al original). Cualquier actitud diferente «conllevará las correspodientes consecuencias disciplinarias», añade.
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