EI Salamanca interpondrá querella criminal por daños y perjuicios
LA UD Salamanca interpondrá querella criminal contra el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol y contra sus miembros Antonio Martínez Lafuente y Fernando Vara de Rey «por los daños irreparables ocasionados al club», según han anunciado el presidente y el secretario general de la UD Salamanca. Tales acciones se llevarán a cabo al margen del resultado de los recursos que presentará la entidad salmantina por la vía federativa ante el Comité de Apelación y, en su caso, ante el Consejo Superior de Deportes.
El Comité de Competición, tras declarar probados una larga serie de hechos relacionados con el encuentro Málaga-Salamanca que se disputó el pasado 27 de abril, y que concluyó con victoria salmantina por tres goles a cero, ha suspendido por dos años al entrenador del Salamanca, Felipe Mesones, aparte de anular el resultado del encuentro y descontar al Salamanca otros dos puntos de la clasificación. Además, ha propuesto a la Federación Española de Fútbol la inhabilitación a perpetuidad del presidente salmantino, José Luis Paniagua. Las sanciones fueron comunicadas el pasado sábado al Salamanca, que las dio a conocer a los medios informativos a última hora de la tarde.El fallo del Comité de Competición ha sido acogido en Salamanca con indignación. José Luis Paniagua lo ha calificado de «disparatado y ridículo», en tanto Felipe Mesones, visiblemente nervioso al conocer la sanción, comentaba que «esto es una monstruosidad». Según el presidente del Salamanca, los miembros del Comité de Competición «han dado unos pasos de los que se van a arrepentir», y han demostrado «su total incompetencia, pretendiendo convertirse en divos a costa de un club pequeño».
Los directivos salmantinos consideran que las sanciones del Comité de Competición serán anuladas por falta de pruebas, por alguna instancia superior, pero que, no obstante, el Salamanca y las personas implicadas han sufrido un perjuicio irreparable en su honorabilidad. Así justifican la querella criminal que interpondrán contra el Comité y sus miembros. Algún dirigente se ha referido a los problemas que pueden surgir cuando un representante del Salamanca acuda al palco de otro club en próximas temporadas.
El Salamanca ha anunciado que presentará, en el plazo de tres días, un recurso ante el Comité de Apelación basado en la ¡nadecuación entre lo que se dice probado y las sanciones impuestas. «Yo pido que, si las pruebas son ciertas, el Salamanca baje a Segunda División», ha manifestado el presidente unionista, y, sobre todo, en la ausencia de pruebas. El secretario de la UD Salamanca, Hernández Clemente, encargado de la defensa del club, ha reiterado que la participación de Felipe Mesones resulta indemostrable, puesto que el propio Castronovo reconoció durante el careo que sostuvo con el técnico salmantino que quien habló con él por teléfono no desveló en ningún momento su identidad.
Las acusaciones de los directivos unionistas al Comité de Competición han sido graves. José Luis Paniagua ha calificado a sus miembros de ineptos y ha dicho que en alguna de sus conversaciones amistosas con ellos llegaron a pedirle que «espiara» a Felipe Mesones y al gerente Gabino Sánchez, para ver si se enteraba de algo Y podía comunicárselo. También ha afirmado que el propio Comité de Competición le ofreció recientemente una versión de lo ocurrido según la cual Castronovo había entrado en contacto con Orozco para cobrar una cantidad de dinero a cambio del arreglo del partido con la que saldar una cuenta pendiente con el intermediario Pareja, que habría sido el instigador y que fue quien llevó al argentino al Algeciras a instancias de Felipe Mesones, adeudándole desde entonces 400.000 pesetas.
El secretario salmantino ha tratado de ridiculizar al Comité de Competición afirmando que éste parece desconocer cómo se desarrolla el fútbol actual cuando asegura que el único interesado en la victoria del partido era el Salamanca, y ha señalado que los jugadores y técnicos salmantinos también tenían, por ejemplo, intereses económicos por la permanencia del club en Primera División. Sin embargo, las primas establecidas de cinco millones para la plantilla y uno para el técnico difícilmente podrían originar un desembolso de 4.400.000 pesetas, cantidad a la que se refiere el Comité de Competición. Por su triunfo en La Rosaleda, los jugadores salmantinos recibieron prima doble, 120.000 pesetas, pero este extremo lo desconocieron hasta que concluyó el partido.
José Luis Paniagua ha explicado que el Comité de Competición ha sido jaleado desde fuera -en un periódico ha llegado a referirse a «un bocazas nocturno»- y que las medidas adoptadas en el fútbol italiano le han impulsado a tomar una decisión ejemplar y grandilocuente a costa de un club modesto. En cualquier caso, el Salamanca se enfrente ahora a la necesidad de contratar un nuevo entrenador si el tema no experimenta un cambio sustancial antes de final de mes. Felipe Mesones aún no había renovado porque se quería conocer antes la resolución federativa, e incluso prever un posible cambio de presidente, aunque el actual ha manifestado su propósito de continuar salvo fuerza mayor.
La afición salmantina se halla sorprendida por las sanciones impuestas, ya que, a tenor de lo que ha trascendido a los medios informativos de las investigaciones del Comité de Competición, consideraba que no existían pruebas suficientes para llegar a estos extremos. Ahora se piensa que el Comité de Competición esconde algunas bazas fundamentales o ha cometido una imperdonable ligereza. Y la afición está más cerca de considerarse la víctima inocente de unas decisiones que controlan los equipos grandes que de aceptar las denunciadas irregularidades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.