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ANDALUCIA

Tres niños encuentran dos kilos de Goma 2 bajo un puente de Marbella

A última hora de la tarde del pasado domingo, tres niños que se encontraban jugando debajo de un puente sobre el que discurre una carretera, en las inmediaciones de San Pedro de Alcántara, término municipal de Marbella, hicieron explosionar a golpes unos fulminantes que habían encontrado. Los niños, asustados por la pequeña explosión, comunicaron, a través de sus padres, el hecho a la Guardia Civil. Artificieros del cuerpo tratrearon la zona y encontraron una bolsa que contenía dos kilos de Goma 2. Afortunadamente, la explosión de los fulminantes se produjo a cierta distancia del paquete.

Conocida la noticia en Marbella, se especula con que la bolsa de Goma 2 pudo haber sido dejada olvidada por los miembros de ETA Político-militar que el verano pasado colocaron varias cargas explosivas en las playas de la Costa del Sol.Sin embargo, otras fuentes consultadas no descartan la posibilidad de que se tratara de un paquete explosivo destinado a futuras acciones terroristas en esta zona. En medios vascos se admite como probable una nueva campaña de los poli-milis de ETA, como la llevada a cabo el año pasado, para presionar al Gobierno, a pesar de que la organización terrorista renunció a la misma después de haber ocasionado cinco muertos y casi un centenar de heridos, tras la explosión el 29 de julio de dos bombas en el aeropuerto de Barajas y en la estación ferroviaria de Chamartín, de Madrid.

Bombas en la costa

Entre el 27 de junio y el 4 de julio de 1979, los poli-milis habían hecho explosionar once artefactos (que no causaron víctimas) en las costas del Mediterráneo; concretamente, en playas de Málaga, Alicante, Castellón y Gerona. Todos estos atentados se inscribían en la primera parte de la campaña Con estatuto, los presos a casa, destinada a presionar en la negociación del Estatuto vasco (que en esas fechas ultimaban en la Moncloa el PNV y el Gobierno de UCD) y, al mismo tiempo, forzar la salida de las Fuerzas del Orden Público (FOP) del recinto de la cárcel de Soria y el traslado de los presos vascos a Euskadi.Cuatro días después de lo que la propia ETApm calificó como «el tráfico 29 de julio», celebraba la organización una conferencia de prensa clandestina -a la que asistió EL PAIS-, en la que anunciaba el final de la campana, «porque nos hemos dado cuenta», afirmaron sus portavoces, «que comportaba serios riesgos». Anunciaban también los poli-milis que en fechas siguientes al día 29 se habían desactivado diez artefactos más y entregaron a los informadores planos de la situación exacta de tres bombas más que no habían podido ser inutilizadas por «dificultades técnicas ».

En la misma conferencia de prensa, ETApm manifestó que el día 3 de julio, cuando se había hecho explosionar el octavo artefacto, «el Gobierno pidió una tregua del día 6 al 10 de julio, y se comprometió a realizar una propuesta concreta en torno a la salida de las FOP de Soria y el traslado de los. presos vascos a Euskadi. ETA cumple escrupulosamente sus condiciones exigidas, y el 7 de julio el Gobierno, a su vez, cumple la primera, de las dos exigencias. El día 16 de julio ETApm hizo llegar al Gobierno un comunicado, en el que anunciaba la continuación de la campaña (en su segunda fase), en el caso de que no se produjeran los traslados de presos a las cárceles de Euskadi. En la mañana del día 24, el Gobierno acepta las condiciones y realiza una declaración pública, asegurando que iban a efectuarse los traslados».

ETApm afirmó en la mencionada conferencia de prensa que, como quiera que el Gobierno no cumpliera su compromiso, envió a éste un ultimátum en el que se anunciaba el inicio de la segunda parte de la campaña si a las doce horas del 27 de julio no se había iniciado el traslado d e dieciséis presos, cuatro por provincia. Dos días después de esta fecha hacían explosión las bombas de Madrid.

El Gobierno, por medio de su portavoz, Josep Meliá, desmentía, el día 2 de agosto, «que hubieran existido contactos de ningún tipo» con ETApm, y recordaba que las gestiones en torno a los presos de Soria se habían realizado «por los cauces legales» entre Iñigo Cavero y el presidente del CGV, Carlos Garaikoetxea.

Precisamente el sábado pasado se informó en Vitoria de la inminente entrada en servicio de la modernísima cárcel de Nanclares de Oca, en la provincia de Alava, a la que serán trasladados los presos vascos, presuntos miembros de ETA, que se encuentran actualmente en la cárcel de Soria.

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