Subidas significativas en los bancos
Terminó una semana triunfal en las Bolsas, si nos atenemos a los avances reflejados en los índices generales de los tres mercados, que ya se han situado por encima del 100% de principios de año.La realidad es que el sector bancario ha sido quien ha actuado como «cebo de bomba» de esta reacción, y dentro de él era el Santander quien registraba una. mayor presión de las corrientes compradoras, apuntándose también las mejoras más significativas. Los rumores sobre la ampliación que se anunciará en su junta de accionistas -bien siguiendo las fórmulas tradicionales, o bien mediante algún sistema novedoso o, mejor dicho, casi olvidado- han sido las razones que han empujado a los operadores a corto a posicionarse con determinación en este valor.
El resto de los bancos aprovechaban la euforia desatada por el Santander y se apresuraban a tomar los pocos miles de títulos que les ponían a la venta, mejorando posiciones y alejándose a marchas forzadas del 200.
En la última sesión de la tanda la decoración varió un tanto y sólo el Bilbao se atrevía, en el mercado madrileño, a acompañar al banco montañés en su escalada. Los demás repetían, llegando incluso el Hispano a ceder cinco enteros, intentado desanimar así a sus vendedores.
Altibajos en las eléctricas
Las eléctricas, con importantes altibajos en su actividad, consiguieron cerrar la tanda con un balance general positivo. Volvió a quedar de manifiesto que las compañías que todavía no han desembolsado sus dividendos complementarios al ejercicio anterior son las que gozan de mayor fervor entre los compradores. Concretamente, Iberduero fue el valor que contó con un mayor número de compradores. Los seis duros que pagará de dividendo a primeros del próximo mes, frente a los cinco que desembolsarán sus compañeras, parecen ser la razón de su mejor comportamiento.
Otro valor que estuvo inusitadamente animado a lo largo de la semana fue Telefónica. Los rumores sobre un posible incremento de medio punto en el dividendo del monopolio, que pueden confirmarse en breve plazo, fueron la causa de que su precio mejorase dos puntos, situándose en su cota máxima desde comienzos del presente año.
Los grupos químico, siderúrgico y de construcción se movían con los débiles impulsos que brindaban los propios «padrinos» de los distintos valores, y las evoluciones positivas denotaban la fuerza y el interés de los mentores.
Quien a diario asombra a propios y extraños es el mercadillo de letras. La oferta diaria supera en el mercado madrileño los 250 efectos, de los que, sin excesivo esfuerzo, se negocian más de la mitad. Algunos detractores de este corro especial apuntan que estos flujos compra dores que se canalizan hacia los efectos comerciales son «robados» al mercado de valores tradicional. Por las peculiares características de estos activos, las reticencias de la mayor parte de los bancos nacionales a canalizar recursos de sus clientes hacia este mercado y la propia operativa del mismo es dificil sostener esta tesis, pues, en definitiva, los compradores de letras de cambio parecen ser rentistas en busca de rentabilidad y seguridad, que normalmente no acudirían a la Bolsa tradicional, y menos en unos momentos como los actuales.
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