Un comité coordinado por Calvo Ortega sustituirá a Jiménez Blanco como portavoz centrista en el Congreso

El portavoz del grupo centrista del Congreso, Antonio Jiménez Blanco, no será sustituido cuando cese, en septiembre, por otra persona con los mismos poderes, sino por varias personas con distintas funciones, que formarán un comité, coordinado por el secretario general del partido, Rafael Calvo Ortega.La renovación del cargo -Jiménez Blanco había declarado, tiempo atrás, su deseo de dejarlo- se realizará probablemente en septíembre, mediante elección en una asamblea del grupo. Sin embargo, no habrá otro líder de grupo con las competencias del actual, sino que éstas se distribuirán entre un portavoz sin funciones organizativas y un encargado de la organización, dotado de competencias ejecutivas. Ambos se reunirían semanalmente con el secretario general del partido para coordinar las actividades.

Por otro lado, aunque la actividad política del partido del Gobierno está decreciendo ante la proximidad del verano, sus órganos directivos aún celebrarán importantes reuniones en este mes, dentro de un proceso de actividades insertas en la etapa preparatoria del segundo congreso nacional centrista.

Así, probablemente, la semana entrante, la comisión permanente celebrará una sesión dedicada a analizar en profundidad la situación del partido. Esta discusión es consecuencia de los requerimientos de algunos de sus miembros, preocupados por la sensación de que no se desbloquea la situación de crisis interna de UCD. Estos mismos sectores estiman que la votación registrada ayer en el Congreso, en la que un solo voto de diferencia salvó al Gobierno en un tema especialmente espinoso para UCD, no hace sino agravar la situación, que podría haber sido de crisis franca si se pierde la votación.

También en breve plazo se prevé la reunión del consejo político y el comité ejecutivo del partido para poner en marcha las asambleas provinciales, que deben reunirse al menos tres meses antes del congreso nacional, para elegir los delegados. Fuentes centristas han apuntado la posibilidad de que el congreso, previsto para octubre, se retrase a noviembre o diciembre, pero en todo caso por razones más técnicas que políticas. En estos medios se estima que la dirección del partido no tiene interés en el retraso, porque ello significaría agravar los problemas o, al menos, prolongarlos.