Muy firme el sector eléctrico
La escasa actividad, las filigranas de los bancos para mantener sus niveles de precios y la consistencia que apuntan las eléctricas en sus cotizaciones han sido las notas más destacadas, ya que no resultan novedosas, de la pasada semana en los mercados de valores nacionales.El sector eléctrico continuó concentrando la mayor parte de las operaciones diarias, extremo que alcanzaba especial relevancia en el mercado bilbaíno, donde, una vez contratados estos valores, se podía hablar de que la sesión prácticamente había terminado.
Los favorables resultados que estas compañías están presentando en sus juntas de accionistas, el olvido momentáneo del tenebroso fantasma de las nacionalizaciones en el sector, las apetecibles rentabilidades por la vía de dividendos que. mantienen y la proximidad de sus pagos de cupón, que en algunos casos, como Sevillana y Unión Eléctrica, ya se han producido, parecen ser las causas que justifican tan favorables comportamientos. La única interrogante que queda por despejar es si estas compras de eléctricas tendrán carácter de estables o, una vez que se realicen las derramas correspondientes a los dividendos complementarios, se producirán las ventas en cascada, como de alguna manera parece haber sucedido en los dos valores concretos que antes mencionábamos.
La posibilidad de percibir dividendo y a continuación proceder a la venta de acciones parece constituir una tentación en la que buena parte de los inversores están cayendo, máxime si se tiene en cuenta la desgravación por minusvalías en la que se pueden amparar los vendedores que realicen sus posiciones por debajo de los cambios a los que entraron.
El sector bancario se limitó a sestear muy cómodamente, a la vista de la escasa beligerancia que plantearon los vendedores. Precisamente al abrigo de esta circunstancia se producía la única actuación significativa de la tanda. Banesto mejoraba ni más ni menos que siete enteros en la Bolsa de Madrid el pasado viernes, mientras que ese mismo día en Bilbao el valor sufría una corrección a la baja de dos puntos, con lo que la diferencia en su precio que se establece entre los dos mercados es de nueve enteros. La proximidad de su anunciado desdoble de capital, sin duda, influyó en el ánimo de los responsables del valor a la hora de apuntarle tan significativa como poco espontánea mejora.
En el resto del mercado abundaron los tonos grises. Cada valor procuraba sacar el - mejor partido posible de la atonía reinante y consolidar los precios alcanzados.
En todo caso habría que señalar los tres duros que recuperaba Galerías y la pérdida de la par en Valderribas.
El mercadillo de letras, con una sola sesión en Madrid por la festividad del jueves, se mostró especialmente activo tanto por parte de los ofertantes como por los compradores.
El calor fue la novedad dé la tanda. Las elevadas temperaturas que se alcanzaron en los parqués, y no precisamente por el fervor negociante, hicieron llevarse las manos al cuello de las pulcras camisas, rematadas por las sempiternas y obligatorias corbatas, a los sufridos asistentes a las reuniones. La perspectiva de un nuevo verano convenientemente acorazados con chaquetas y corbatas por los imperativos reglamentarios hicieron desfallecer el ánimo de los más templados.
