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El Gobierno español niega que existan causas para interrumpir las negociaciones con la CEE

El Gobierno español adelantóayer su posición, en respuesta a las declaraciones de¡ presidente de la República Francesa, Valéry Giscard d'Estaing, sobre el aplazamiento de la adhesión de nuevos miembros a la Comunidad Económica Europea (CEE). En una nota oficial aprobada por el Consejo de Ministros, el Gobierno niega que existan causas para interrumpir las negociaciones o afectar el compromiso político «tantas veces reiterado a España por los Gobiernos de los nueve y, muy destacadamente, por el mismo presidente de la República Francesa». Por su parte, el ministro para las Relaciones con la CEE, Leopoldo Calvo Sotelo, calificó las declaraciones de Giscard como el «hecho más grave» en la historia de las negociaciones España-CEE. Leopoldo Calvo Sotelo comenzó su intervención ante los informadores, en la confere nicia de prensa que siguió a la reunión del Consejo de Ministros, con la lectura de la siguiente nota oficial del Gobierno sobre las declaraciones del presidente francés Giscard d'Estaing.

«El Gobierno ha considerado las declaraciones del presidente de la República Francesa a la Asamblea de las Cámaras Agrarias sobre los problemas internos de la Comunidad y las consecuencias que pudieran tener en cuanto a la adhesión de nuevos miembros».«Antes de pronunciarse formalmente acerca del tema, cree el Gobierno que debe esperar a que la Comunidad fije su propia posición y a que el Gobierno francés precise el alcance de la nueva actitud presidencial, que parece trasladar a los candidatos dificultades originadas en otros países miembros».

«Quiere, sin embargo, adelantar el Gobierno su convicción de que ni las medidas internas que deba adoptar la Comunidad para hacer frente a sus propios problemas, ni sus circunstancias económicas o de otro tipo, tienen por qué interrurnpir el curso de las negociaciones o afectar al compromiso político tantas veces reiterado a España por los Gobiernos de los nueve y, muy destacadamente, por el mismo presidente de la República Francesa. Como tampoco afectan a la vocación europea de España, unánimemente afirmada en las Cortes, o al derecho de los españoles a integrarse en las Comunidades en los plazos y en las condiciones razonables que se deduzcan de la propia negociación ».

El ministro para las Relaciones con la CEE glosó la nota oficial y ofreció como dato de que se continúa trabajando hasta tanto la Comunidad adopte alguna posición sobre esta materia, que ayer mismo se produjo en Bruselas una nueva reunión negociadora, con asistencia del embajador, Esteban Bassols (véase más información en página 43). Negó que las graves declaraciones de Giscard guardaran ninguna relación con el supuesto enfrentamiento del propio Calvo-Sotelo con el vicepresidente Natali. Aludió a la incongruencia de la posición francesa que, en todo caso, no ofrece caracteres de veto.

Calvo-Sotelo manifestó que la posición española es contraria a la renegociación del acuerdo de 1970, porque España entiende que no está desequilibrado a su favor, mientras la CEE considera que infravaloró las posibilidades industriales españolas. Agregó que los problemas que pueden plantear Inglaterra y España a la CEE no son homogéneos, por lo que no puede estirnarse que la actitud de Giscard se derive de las concesiones comunitarias a la señora Thatcher.

El ministro para las Relaciones con la CEE no compartió la valoración de un informador sobre la debilidad de la protesta oficial española y señaló que el Gobiernono debe precipitarse, así como que tras las elecciones francesas de 1981 «muchas cosas serán distintas en Francia, y entre ellas es posible que la posición oficial sobre el ingreso de España en la CEE». A pregunta dé otro informador, manifestó no tener noticia de ningún contacto entre don Juan Carlos y el presidente Giscard.

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La subida de la gasolina

El ministro de Industria y Energía, Ignacio Bayón, abrió la conferencia de prensa anticipando el carácter no popular de la decisión gubernamental de subir los precios de los productos energéticos derivados del petróleo. Recordó que la dependencia energética española se cifra actualmente en un 70%, que puede reducirse al 55 % en 1985, gracias al plan gubernamental en marcha, que incluye un programa de inversiones para incrementar nuestros propios productos energéticos, especialmente derivados del carbón y nucleares.

Entre otras medidas para paliar la subida, aludió a la decisión del Gobierno de mantener las subvenciones a los gasóleos con destino a la agricultura (valoradas en 14.000 millones de pesetas) y a la pesca (en 18.200 millones), así como dar nuevas facilidades a ambos sectores.

En el sector del automóvil, destacó la rebaja del 26% al 24% del impuesto sobre el lujo de los vehículos inferiores a diez caballos fiscales y la disminución desde el 25% al 15% de la cantidad inicial a pagar en las ventas a plazos de automóviles, así como el aumento de los veinticuatro meses actuales a 36.

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