Serenidad en Grecia y mutismo en Portugal
Las declaraciones de Valery Giscard sobre el aplazamiento en la ampliación de la CEE no han alarmado excesivamente en Grecia, ya que medios competentes en el tema, en Atenas, han expresado su convencimiento de que las palabras del presidente francés iban dirigidas a España y no a Grecia. Frente a esta confianza expresada en Atenas, en Lisboa se respiraba un ambiente de cierto malestar, aunque hasta el momento no se ha producido ninguna reacción oficial al discurso de Giscard.Por otra parte, parece que el Gobierno francés ha ofrecido seguridades a las autoridades griegas de que las palabras de su presidente no afectan al país helénico.
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