Inquietud en EE UU por los sangrientos disturbios surcoreanos
El Departamento de Estado norteamericano ha hecho un llamamiento formal a la pacificación en Corea del Sur, donde en las últimas horas se han producido nuevos enfrentamientos entre el Ejército y la población civil, que se han saldado con decenas de muertos y centenares de heridos.Washington sigue con gran preocupación los acontecimientos en la ciudad de Kwangju, capital provincial, 270 kilómetros al sur de Seúl, donde 100.000 personas se lanzaron ayer a la calle para protestar contra la ley marcial y la censura y exigir la rápida democratización del país asiático.
El presidente surcoreano, Choi Kyu-had, ha designado nuevo primer ministro a un general retirado del Ejército del Aire, Park Choonghonn, de 61 años, antiguo viceprimer ministro, en un intento de controlar una situación calificada por testigos presenciales de «insurrección general»,
Kwangju es una ciudad cercada, donde el Ejército emplea carros de combate y ametralladoras y los manifestantes responden con fuego de armas automáticas. El Gobierno califica los sangrientos incidentes de obra de un pequeño número de agitadores.
Corea del Norte hizo, público anoche su propósito de mantenerse al margen del conflicto.
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