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Quebec puede decidir hoy su soberanía política respecto a Canadá

Unos 4.300.000 ciudadanos de la provincia canadiense de Quebec, mayores de 18 años, son convocados hoy a las urnas para expresar su «sí» o su «no» en el referéndum que solicita un mandato de negociación para el Gobierno nacionalista del Partido de Quebec, con el fin de determinar un acuerdo de «soberanía asociada», soberanía en lo político y asociación en lo económico, con el resto de Canadá. Un primer paso, en definitiva, hacia un intento de independencia de Quebec, francófono en su mayoría del 80%, frente al resto de Canadá anglófono. Se espera un índice de participación superior al 800/o.

ENVIADO ESPECIAL, La campaña electoral finalizó el domingo, sin incidentes. Lo más significativo de la última jornada electoral fue la publicación del último sondeo realizado por el Instituto Quebequense de la Opinión Pública (IQOP), que da una ligera ventaja al «sí», con un 52%, contra el «no», con el 48%. Resultado completamente opuesto al publicado tres días antes por un instituto de opinión universitario, donde el 49% de personas consultadas se pronunciaban por, el «no» y sólo el 37% por el «sí».¿Cómo explicar este cambio radical de tendencias? «Por la simple razón que la mayoría francófona se reagrupa a favor de la tesis del "sí", para que cambien las cosas», afirma Jean Pierre Nadeau, director del IQOP. Destaca que el sondeo favorable al «no» fue realizado a primeros de mes, mientras que el del IQOP se llevó a cabo a primeros de la semana pasada.

14% de indecisos

Un tanto al margen de las contradicciones de los sondeos, los líderes políticos esperan el veredicto de las urnas, que llegará durante la noche del martes. Cada bando centró sus últimos esfuerzos en intentar convencer al 14% de personas indecisas que no mostraron públicamente sus opciones políticas en los sondeos.

René Levesque, líder del Partido de Quebec y actual primer ministro del Gobierno regional, repitió: «Pedimos sólo un mandato de negociación, cuyo contenido será sometido de nuevo a la aprobación popular en un segundo referéndum». Trató de alejar el temor que la palabra independencia origina entre los indecisos.

Claude Ryan, jefe de fila del Partido Liberal de Quebec, utilizó los argumentos contrarios para exponer a los que dudan entre la opción entre el «sí» o el «no» que, si gana la fracción independentista, será la ruptura del Estado federal de Canadá. El primer ministro del Gobierno federal de Canadá, el liberal de origen quebequense Pierre Elliot Trudeau, aprovechó los últimos minutos de la campaña electoral para una intervención en televisión en favor del «no». Destacó también las repercusiones que tendrá el referéndum de hoy en Quebec para las restantes provincias de la federación canadiense. «Despierta el espíritu de la población canadiense ante la necesidad de una nueva Constitución».

Trudeau, por un país unitario

Es, en realidad, la promesa de Trudeau a los habitantes de Quebec. Si votan «no», su negativa de separatismo no será interpretada por el Gobierno federal de Ottawa como un deseo de mantener la situación actual, al contrario, se utilizará para una reforma constitucional que conceda mayor autonomía a las diez provincias del Estado federal de Canadá.

Trudeau tiene todas las razones para intentar mantener un Canadá unitario, sobre todo porque la principal fuerza política liberal en Canadá procede de la provincia de Quebec. En las legislativas, los francófonos de Quebec votan liberal, y en las regionales, la mayoría opta por el Partido Social Demócrata Nacionalista de Quebec, fundado por René Levesque.

Como nota curiosa de la campaña electoral destaca el importante movimiento de mujeres a favor del «no». Una corriente estimulada por el error político de la ministra de Asuntos Familiares del Gobieno de Quebec, Lise Payette. En plena campaña electoral, Payette calificó a la mujer de Ryan, partidario del «no», de ser el prototipo ideal de Yvette. Yvette es la heroína de un manual de gramática francesa que se utiliza en la enseñanza primaria en Quebec. Yvette es la niña perfecta que ayuda a su mamá a las tareas del hogar, mientras su hermano Guy se dedica a jugar.

Una imagen calificada de sexista por las feministas de Quebec y por la ministra Lisa Payette. No por la mayoría de mujeres, sobre todo de más de cuarenta años, que se unieron espontáneamente a favor de la imagen hogareña de Yvette.

Surgió un movimiento inesperado que agrupó a 20.000 yveties, hace unas semanas, en el estadio de Montreal. Las yvettes votarán contra las tesis independentistas y progresistas del Partido de Quebec. Será, según todos los observadores, un elemento importante en el referéndum. Su voto, a favor del «no», puede ser decisivo ante el escaso margen de diferencia entre los independentistas y los unitaristas.

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