El Atlético mereció más que el empate
El Madrid, con suplentes que presentó Boskov a la espera del decisivo partido del domingo contra el Athlétic de Bilbao, cumplió sin demasiados apuros con su objetivo de sacar un buen resultado en la Copa. El Atlético, aunque mejoró bastante respecto al último encuentro perdido frente al Salamanca y mereció algo más que el empate, no sacó provecho de sus mayor orden y hasta de sus repetidos tiros a puerta. Marcos estrelló un balón en el poste, al borde del descanso. El encuentro no fue bueno, sólo discreto, y cuando el aburrimiento era ya general, agotado el cuadro rojiblanco en sus ataques, se animó cerca del final con la expulsión de Rubén Cano. Marcel Domingo declaró al final del encuentro que en Sari Sebastián, ante la Real, hará lo mismo que el Madrid ayer. Reservará a Dirceu, Pereira, Navarro, Rubio, Leal y algún otro para el partido de vuelta.El fútbol español, está visto, necesita de motivaciones extradeportivas para dar espectáculo. Con juego solamente parece dificil lograrlo. El nuevo derby de loseternos rivales no fue tan malo como el lamentable Valencia-Arsenal, que debimos sufrir el miércoles, pero tampoco se le separó mucho. Aunque ambos equipos plantearon rígidos sistemas de 4-3-3, los marcajes no fueron demasiado estrechos, pero sí bastaron para entorpecer la mayoría de las veces las incursiones respectivas. Para colmo, los errores en el pase de jugadores eje, como el caso de Dirceu, se sucedieron, y el partido careció por ello de ritmo, transcurriendo a trompicones.
El Madrid pareció dominar inicialmente, porque se asentó antes en el campo. Portugal no notó su continua suplencia y tampoco necesitaría hacer maravillas después para oscurecer a un Leal que no levanta cabeza; Angel, con su estilo pegajoso habitual, estorbaba lo justo a Dirceu, y Stielike imponía algo más su fuerza a un Quique que sigue sin jugar en su puesto. El Atlético, sin embargo, al que Marcel Domingo alivió esta vez de Guzmán, jugó con más soltura en ataque y, aunque la defensa blanca tampoco flojeó -estreno de Del Bosque como «Iíbero» incluido-, tuvo rapidez y disparó con soltura a puerta. Concretamente, cuando parecía tener más entidad el Madrid, dos tiros de Dirceu probaron la agilidad de Miguel Angel y a los 44 minutos otro de Marcos lo rechazó por el poste derecho; el posterior remate de Rubio lo salvó en circunstancias extremas el guardameta gallego. Al menos seis ocasiones de peligro, por sólo dos Navarro, debió solucionar Miguel Angel.
En la segunda parte -tres a uno en oportunidades-, el Atlético gastó sus últimos cartuchos nada más empezar -incluso Arteche, además de Pereira, pu do marcar-, mientras el Madrid se preocupó más de perder el tiempo que de contraatacar ya con ambición.
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