Los consejos de Tierno
Resulta, cuando menos, pintoresco el alcalde de Madrid en su «Tribuna libre» del día 6, cuando, refiriéndose al próximo debate parlamentario del día 20, pide «a los políticos que no divaguen» y a «Parlamentos y Gobiernos que hablen menos y hagan más».Pintoresco, digo, y un punto cabreante ese afán del viejo profesor por situarse siempre por encima del bien y del mal, observador neutral y ciudadano de a pie.
No discrepo del contenido de su artículo, obvio por lo demás. Pero me indigna ese tono suficiente y sublime de quien, desde una posición privilegiada, imparte consejos como quien vende churros -con el agravante de que a él los consejos no se los pide nadie.
¿No es el señor Tierno diputado («de número», aunque sea) y alcalde de Madrid? ¿No es, por tanto, un político con tanta responsabilidad ante los ciudadanos como aquellos a los que aconseja? Que apechugue con ello y que se aplique el cuento que cuenta a los demás. /
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