Los profesores de la emigración cobran habitualmente con retraso
Los profesores españoles en Francia y en Suiza, que protagonizan actualmente diversas acciones de protesta para exigir el pago de los salarios atrasados, han recibido garantías de que van a percibir sus haberes en los próximos días. El retraso en el pago a los profesores de la emigración ha sido constante noticia a lo largo de los tres últimos años.
El 21 de noviembre de 1977, un grupo de profesores españoles que imparten la docencia a los hijos de nuestros emigrantes en Ginebra y Nyon (Suiza) denunciaban, a través de un comunicado de prensa, que se les debían los salarios de los meses de septiembre y octubre. Algunos de estos profesores tenían pendiente el cobro de las retribuciones de educación permanente de adultos correspondientes al mes de julio. Los maestros españoles denunciaban también el hecho habitual de que se les obligase a firmar mensualmente los recibos de pago «antes de que se hagan efectivos nuestros salarios».Tres meses más tarde, en febrero de 1978, los profesores españoles en París decidían constituirse en una Asociación de Profesores de la Emigración en Francia, respondiendo a una iniciativa de sus colegas en Lyon, para luchar de modo más eficaz contra problemas tales como «el retraso en la percepción de haberes, la falta de material pedagógico y la inadecuada planificación en el nombramiento de profesores, cuya incorporación se produce a lo largo de todo el curso. convirtiendo en imposible la organización eficaz de la tarea educativa».
El retraso en la percepción de haberes había sido motivo de una huelga de dos días, también en el mes de febrero de ese mismo año, de los profesores de EGB en Casablanca y Alhucemas.
El día 16 de abril de ese mismo año, la Asociación de Profesores de EGB en Suiza acordaba iniciar un paro indefinido, a partir del día 1 de mayo, hasta que se les hiciesen efectivos sus haberes. En aquellos momentos, el Instituto Español de Emigración les adeudaba el complemento de sueldo correspondiente al mes de marzo, y tan sólo dos días antes, el 14 de abril, habían conseguido cobrar los salarios del Ministerio de Educación correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo.
Asimismo, «el pago con retraso y la falta de un estatuto coherente para todo el profesorado de la emigración española en Europa» había llevado a la huelga durante el mes de abril a los profesores en Suecia. Las clases de español, que en Estocolmo se imparten únicamente los sábados, estuvieron suspendidas dos semanas.
Los profesores de Ginebra y Nyon explicaron su huelga, días más tarde, calificando sus haberes de «salario de hambre», y comparaban los 1.050 francos mensuales, que cobraban en aquellos momentos, con los 3.500 y hasta 4.500 que percibían los profesores suizos que realizaban su mismo trabajo.
El 9 de junio de 1979, los profesores españoles en Francia -370 en aquellos momentos- iniciaban una huelga intermitente que se prolongaría hasta el 18 de ese mismo mes. El motivo de esta nueva acción no era sólo el tradicional retraso en la percepción de los haberes, sino una larga lista de reivindicaciones, resumidas en la denuncia formulada por un grupo de maestros a nuestro corresponsal en París: «No existe una política de educación para los hijos de los emigrados».
El agregado de Educación Española en Francia, Juan Piñeiro, reconocía en julio del año pasado, en unas declaraciones hechas a nuestro corresponsal en París, Feliciano Fidalgo, que los relativos buenos salarlos de nuestros profesores en aquel país estaban contrapesados con el hecho de que «falla la regularidad en el cobro».
El 15 de enero del presente año iniciaron una nueva huelga para protestar por el retraso en el cobro los profesores españoles en Suiza, los mismos que en estos días vuelven a denunciar un retraso de varios meses en la percepción de sus haberes.
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