La paralizacion laboral sueca se extiende al sector privado
El Gobierno conservador sueco de Thorbjoern Faëlldin se reunió ayer, en sesión de emergencia, para tratar de la crítica situación laboral mientras la oposición socialdemócrata pedía su dimisión.«Asumiremos el relevo sólo si contamos con una amplia mayoría en el Parlamento», ha dicho el líder de la oposición, Olof Palme. Suecia entró definitivamente ayer en el conflicto social más importante de su historia contemporánea. Un millón de trabajadores, la cuarta parte de su población laboral, no se reintegrarán a sus puestos de trabajo hasta pasada una semana.
El primer ministro, Faëldin, ha asegurado, en declaraciones a la agencia estatal, que su Gobierno no intervendrá en el conflicto. La industria sueca se encuentra virtualmente paralizada por las huelgas y lock out que enfrentan a la Asociación de Empresarios (SAF) y a la Confederación de Sindicatos (LO)
Desde hace una semana, el país estaba al ralenti por los paros en el sector público, sobre todo aviación civil y transportes públicos. Pero desde ayer, el conflicto se ha extendido al sector industrial privado. A las cero horas, la central sindical socialdemócrata lanzó una serie de huelgas, en las que participaron 100.000 de sus afiliados. La respuesta de la patronal ha sido decretar un lock out que ha enviado a sus casas a 800.000 asalariados.
Si antes no se produce una mediación fructífera, el cierre empresarial durará al menos una semana en sectores clave, como el automovilístico y el del papel prensa. La construcción, los transportes por carretera y el tráfico marítimo son otras áreas productivas seriamente afectadas, lo que acarreará en la práctica la detención del comercio exterior sueco.
El conflicto, que puede restar de la economía del país nórdico 400 millones de dólares en una sola semana, tiene su origen en el punto muerto al que han llegado las negociaciones salariales para 1980 entre patronos y sindicatos. El miércoles fracasó un intento de mediación que situaba el incremento de salarios en un 2,3% para el año en curso, mientras que los sindicatos exigen el 11 %.
Aunque en el sector público la huelga sólo afecta a 25.000 personas de las más del millón que emplea el Estado, su incidencia es importante, además de en los transportes, en la radiotelevisión y en algunos hospitales.
La crítica situación laboral sueca se ha producido en un momento delicado para la economía del país nórdico. Suecia hace frente en estos momentos a un deficit presupuestario de casi un billón de pesetas.
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