El presidente Suárez inicia hoy un viaje oficial a Siria y Arabia Saudí
El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, inicia hoy un viaje oficial a Siria y Arabia Saudí, países que ocupan en la actualidad posiciones distintas y de relevancia en los focos de tensión y de poder en la actual crisis internacional política y económica.
En Damasco, Suárez se entrevistará con el presidente Hafez El Assad, líder del «frente de rechazo » a los acuerdos de Camp Davis y dirigente que mantiene muy buenas relaciones con la Unión Soviética. En esta capital, el presidente español puede dialogar también con el presidente del consejo nacional palestino, Yasser Arafat. En Riad, Adolfo Suárez conversará con el príncipe heredero Fadh, hombre clave en el seno de la OPEP y buen aliado de Estados Unidos.Las crisis de Irán, Afganistán y, sobre todo, la situación del Próximo Oriente van a ocupar el centro de las conversaciones políticas del viaje relámpago con el que el presidente Suárez cerrará su primera gira por este área, que comenzó el pasado mes de febrero con desplazamientos a Irak y Jordania. Al igual que en la primera ronda, el periplo de Suárez se ha articulado de forma equilibrada, al haberse escogido dos naciones árabes ideológicamente opuestas: Siria es país radical del «frente de rechazo», próxima a la URSS, y Arabia Saudí está dentro del grupo de naciones árabes moderadas y bien relacionada con EEUU.
La visita a Damasco estaba programada desde hace cerca de dos años. Desde entonces se había postergado este viaje por razones de política interna de ambos países y ante el desarrollo de ciertos acontecimientos internacionales. En esta ciudad, búsqueda de una solución global al problema árabe-israelí, que contemple los intereses del pueblo palestino y la retirada de las tropas judías de los territorios ocupados en 1967, será el punto crucial de las conversaciones. España está interesada en conocer con detalle la posición siria, en especial después de los últimos acontecimientos internacionales, en los que se incluye la cumbre del Frente de rechazo» de Trípoli, donde se reconoció políticamente a la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), lo que ha provocado la retirada del embajador de Marruecos en Damasco. También la intentona de liberación de los rehenes americanos -tenidos en Irán y la invasión de Afganistán se incluyen en los temas posibles de conversación.
Siria apoya al régimen de Jomeini y mantiene una actitud silenciosa ante la cuestión de Afgnistán, aunque suscribió un ambiguo documento en la cumbre islámica de Islamabad. El posible encuentro con Arafat puede dar proyección internanional al viaje de Suárez en favor de un nuevo acercamiento entre la OLP y Europa occidental.
En Riad han de surgir todas estas cuestiones, aunque desde una óptica bien distinta. Arabia Saudí promocionó la cumbre islámica de Islamabad (que se repetirá en los próximos días) para condenar a la URSS y mantiene una posición silenciosa frente a la crisis iraní.
En la capital saudí tendrán especial relieve los temas económicos -en Siria, la cooperación económica y cultural serán tratadas, aunque no en profundidad, dado el escaso nivel de estas relaciones bilaterales- y en especial el energético. Se recuerda que España importa de este país el 15% de sus necesidades petrolíferas y que la próxima reunión de la OPEP se abrirá en este país el día 7, en Tiff. Asimismo, España mantiene un alto nivel de intercambios comerciales y participa en numerosos proyectos con empresas públicas y privadas saudíes. Se espera asimismo que en el curso de la próxima semana el Gobierno saudí haga público su plan de desarrollo, en el que estarán interesadas múltiples empresas y consorcios españoles.
Por último hay que señalar que tanto España como Siria y Arabia Saudí han sufrido crisis internas recientemente. El Gobierno de Madrid acaba de ser reajustado, en Damasco tienen eco aún los incidentes de Aleno y no están lejos en el tiempo los enfrentamientos ya zanjados del asalto a la Meca
