Suecia quedará paralizada mañana por una huelga general

Un conflicto laboral, que afecta a casi un millón de trabajadores y que paralizará las principales actividades del país, comenzará en Suecia a partir de las cero horas de mañana. Las últimas esperanzas de evitarlo se esfumaron al mediodía de ayer, cuando las partes no aceptaron la propuesta presentada por la comisión mediadora. Fracasada esta tentativa, la asociación de empresarios (SAF) resolvió decretar el lock-out en las actividades de su esfera, y la Central de Trabajadores (LO) respondió con la huelga en las que no están comprendidas en la medida patronal.En consecuencia, la mayor parte de la industria sueca, los principales comercios, bancos, correos, telégrafos, hoteles y restaurantes, así como muchas otras actividades, quedarán total o parcialmente paralizadas.

Este conflicto viene a sumarse al que afecta desde hace ya una semana a diversos servicios estatales y comunales, que ha originado, entre otras consecuencias, grandes dificultades en los desplazamientos de la población desde los barrios periféricos al centro de Estocolmo y las principales ciudades.

El proceso que desembocó en este conflicto se inició con motivo de las conversaciones para el convenio, que debía ajustar los salarios para el año 1980. La patronal sostuvo en todo momento que no estaba en condiciones de otorgar ningún aumento, argumentando que ni su economía ni la del país estaban en condiciones de asimilarlo sin riesgo de producir un empuje inflacionario que deterioraría aún más la quebrantada economía sueca.

La Central de Trabajadores (LO) exigió también desde el comienzo un incremento salarial de poco más del 11%. Las negociaciones se prolongaron sin éxito durante cinco meses, y el Gobierno propuso primero a las partes un paquete de medidas que significaba una congelación de precios y salarios. Posteriormente, ante el 2 fracaso de la propuesta anterior, designó una comisión mediadora, que trabajó también sin éxito hasta ayer, en que las negociaciones se cortaron y las partes apelaron a medidas de fuerza.

Un conflicto de tal magnitud no se producía en Suecia desde 1909, y muchos interpretan que ello prueba que el prolongado período de bienestar y armonía social que caracterizó a Suecia desde hace medio siglo toca a su fin.