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Dos minusválidos ocupan una vivienda de protección oficial

Dos jóvenes minusválidos de veintiún años, Juan Carlos y Loli, se decidieron el viernes pasado a ocupar una vivienda de protección oficial, en el barrio de Moratalaz, después de que llevaran ya dos años tratando de conseguir una actuando legalmente. A pesar de que una ley del año 1975 asegura que un 3% de las viviendas de protección oficial deben ser destinadas a minusválidos, los organismos oficiales les han contestado siempre que «no hay viviendas». Ahora, la cosa va por buen camino y todo parece indicar que sería posible hasta que obtuvieran la plena posesión del piso que ahora han ocupado.

El peregrinaje de Juan Carlos y Loli comenzó en febrero del año pasado. En aquel entonces, acogiéndose a la ley de 1975, por la que se establecía que el 3 % de los pisos de protección oficial deberían ser dedicados obligatoriamente a minusválidos, hicieron la correspondiente solicitud ante la delegación del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo.La respuesta a su demanda, tras múltiples insistencias, consistió, escuetamente, en que «no hay pisos de esos». En función de la respuesta obtenida, la pareja se puso a buscar alguno de los pisos de protección oficial que estuviera sin ocupar por sus adjudicatarios.

Encontraron cuatro. Estaban situados en los cuatro bajos del número 14 de la calle de Villaverde, en Orcasitas. E hicieron la correspondiente denuncia. La contestación no les llegó, sin embargo, hasta febrero de este año: de los cuatro pisos que ellos habían encontrado vacíos, dos estaban ya ocupados por «oficinas y guardamuebles». Los otros dos pisos vacíos le habían sido adjudicados, siempre según la delegación provincial del ministerio, a la Congregación Juan XXIII en forma provisional hasta que encontraran otra ubicación física.

Sin embargo, no era tampoco posible que Juan Carlos y Loli pudieran ir a vivir a Orcasitas, porque los pisos que habían sido adjudicados a la congregación citada, una vez quedaran vacíos, serían destinados, indefectiblemente, a los vecinos de la zona de Pradolongo, en el mismo barrio de Orcasitas, que está proyectado se convierta en parque público.

Ante la imposibilidad de conseguir que les fuera adjudicada una vivienda a base de pedirla por medio de la ventanilla administrativa, decidieron, en el mes de julio, escribirle al delegado provincial del ministerio. El escrito, sin embargo, permanece incontestado todavía hoy.

La decisión inmediata fue la de encontrar un piso que estuviera vacío, y, sin esperar a trámites burocráticos de denuncia y posterior petición, ocuparlo.

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Encontraron el piso en la calle de Luis de Hoyos Sainz. Tras varias averiguaciones, descubrieron que el piso en cuestión llevaba seis años vacío, y que su legal adjudicatario vivía en otro barrio y el de Moratalaz no tenía ninguna intención de ocuparlo.

Ahora, una vez que ya han ocupado el piso, han conocido directamente al propietario del mismo. No se sabe si por su minusvalidez física, originada en una polio, o porque el dueño ha visto la realidad de la injusticia, parece dispuesto a realizar los trámites necesarios para que Juan Carlos y Loli tengan, al cabo de dos años, un piso de protección oficial, aunque haya sido por el sistema de la patada a la puerta.

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