La Comunidad Económica Europea mantendrá su amenaza de boicoteo contra Irán
Los jefes de Gobierno de los nueve mantendrán, en la cumbre que inician hoy, domingo, en Luxemburgo, la amenaza de un boicoteo contra Irán, a partir del próximo día 17 de mayo, temerosos de que el presidente Carter, presionado por los efectos negativos que sobre la opinión pública de su país causa el fracasado intento de rescate de los rehenes, autorice operaciones militares de mayor envergadura.
Muy posiblemente, el Consejo Europeo exigirá, entre bastidores, a Washington garantías de que no actuará militarmente sin consultar antes con sus aliados.La cumbre de Luxemburgo, que se prolongará mañana, lunes, ha tenido que cambiar el orden de importancia de los temas a tratar con sólo 48 horas de adelanto. Pese a que la agenda de problemas internos es importantísima, especialmente por el problema de la contribución británica al presupuesto comunitario y el incremento de los precios agrícolas, dos asuntos que llegan envenenados al Consejo Europeo, el agravamiento de la crisis de Irán ha saltado, sin duda, por encima de todos ellos.
Luxemburgo ya no será solamente el escenario de un duelo entre Valery Giscard d'Estaing y Margaret Thatcher, porque, antes de discutir sus problemas internos Francia y Gran Bretaña, junto con los otros aliados, tendrán que ponerse de acuerdo en cómo hacer frente a una crisis internacional.
Si formalmente no se espera ninguna reacción oficial de la cumbre de Luxemburgo ante la desgraciada aventura estadounidense en el desierto iraní, parece muy probable que los nueve, presionados por países como Francia o Italia, que nunca han confiado excesivamente en los efectos del boicoteo, exijan al presidente Carter garantías de que no emprenderá ninguna acción militar sin consultar previamente con sus aliados europeos.
La operación militar de Tabas ha profundizado la crisis de confianza entre Estados Unidos y sus aliados, que se sienten difusamente manipulados y seriamente amenazados
Los europeos temen especialmente la posibilidad de que Jimmy Carter dé luz verde a los proyectos de «siembra» de minas en los accesos a los puertos iraníes. Estados Unidos forma parte de una alianza militar, la OTAN, y antes de adoptar decisiones semejantes, que afectan directamente a otros de sus aliados, debe consultar e incluso someterse a la disciplina del pacto. Esta es la opinión más extendida entre los medios diplomáticos acreditados en Bruselas, que se quejaban, por otra parte, de la «campaña de prensa» contra Norteamérica.
Los nueve no desean un deterioro excesivo de la imagen de Estados Unidos entre sus respectivas opiniones públicas. En este sentido son muy significativas las declaraciones del primer ministro de Holanda, Andreas van Agt, que ha apoyado la «humanitaria» acción estadounidense.
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