Advertencias de Eanes contra los intentos de politización del Ejército portugués

El presidente portugués lanzó, en el sexto aniversario de la revolución de abril de 1974, una severa advertencia a aquellos que pueden ser tentados de implicar de nuevo a los militares en las luchas políticas.

«Si por cualquier pretexto las cuestiones políticas son de nuevo dirigidas hacia el interior de la institución militar, la respuesta de todos los que están empeñados en la defensa de la democracia pluralista será tan clara como lo fue el 25 de noviembre de 1975», afirmó el general Eanes en una clara alusión a su participación en el levantamiento militar de aquel entonces.Ya por la mañana, al dirigirse a los «ciudadanos militares» en su cualidad de jefe de Estado Mayor de las fuerzas armadas portuguesas, Eanes había reafirmado «el derecho inalienable de los militares a exigir que su neutralidad política sea respetada».

El jefe del Estado afirmó el mismo compromiso solemne en relación a la defensa de las reglas del juego democrático, recordando especialmente al Partido Socialdemócrata y al Partido Socialista, las dos fuerzas de mayor expresión electoral del país, las responsabilidades asumidas al jurar de respetar la actual Constitución.

Esperado con mucho interés por todos aquellos que se interrogan acerca de las intenciones de Eanes de disputar un nuevo mandato presidencial, el discurso de ayer en el Parlamento trajo apenas una certeza: el profundo convencimiento del general presidente del papel que le cabe en esta fase de la vida portuguesa y su decisión de cumplirlo sin transigencias. Al defender muchas veces posiciones divergentes de las tesis de la coalición actualmente en el poder, en particular en materia de modelo económico y de mecanismos de revisión constitucional, el general Eanes tuvo el mayor cuidado en no permitir la identificación de sus propias posiciones con las de la oposición.

El discurso presidencial ante el Parlamento, escuchado en el mayor silencio por los disputados, fue aplaudido únicamente desde los escaños socialistas y algunos diputados reformadores de la mayoría.