Centristas de Andalucía

Hasta el 28 de febrero Andalucía ha sido la gran desconocida en el mapa político español. Mientras que la preocupación política de los españoles ha estado absorbida por los grandes temas nacionales que la nueva configuración democrática del Estado presentaba, el tema andaltiz no ha irrumpido en la tribuna.Sin embargo, cuando se ha concluido la etapa constituyente y se ha abordado el tema más difícil e importante que la Constitución contempla, el tema de las autonomías, surge Andalucía.

Sólo desde esta perspectiva pueden comprenderse los errores de cálculo, las sorpresas y el desconcierto que los resultados del referéndum andaluz han supuesto. Bien es cierto que no ha faltado gente que advirtió en numerosas ocasiones del desenfoque con que se había examinado esta cuestión.

Sea como fuere, lo cierto es que el error de mi partido, de Unión de Centro Democrático, y el oportunismo de menor cuantía de los otros grandes partidos han terminado por descomponer la frágil configuración del mapa político andaluz. Y el inestable equilibrio de fuerzas políticas deAndalucíase .ha roto. Además los resultados de las elecciones vascas y catalanas han elevado a categoría el problema.

UCD se ha equivocado en An.dalucía, hay que reconocerlo con dignidad, sinpaliativos. Pero UCD ha sido depositaria en tres elecciones del votode muchos miles de andaluces que creen en una opción política de centro. Y este electorado está ahora a la deriva merced al deterioro que ha sufrido la imagen y la identidad política de UCD. Sin embargo, UCD es un partido fundamental para la estabilidad política de Andalucía. La opción que defiende no puede ser subrogada por ningún otro partido. Y, en definitiva, la crisis que UCD ha abierto en este territorio pone en peligro la continuidad misma de¡ sistema democrático español.

Parece ser que el profesor Clavero está dispuesto a constituir un partido de corte nacionalista inscrito en la derecha. Si esto es así puede clarificarse en parte el panorama. Pero hace aún más necesario a UCD en Andalucía. Y esto porque aquel partido puede servir de contrapeso del PSA. Pero Andalucía sin UCD se quedaría sin un partido que aglutine a ese sector amplioque no está en la derecha y rechaza los postulados de la izquierda.

Andalucía y España necesitan un partido de centro, progresista, de configuración regional, dotado de amplios márgenes de autonomía de acción política, pero inscrito en las coordenadas de un partido de ámbito nacional. España y Andalucía necesitan a los Centristas de Andalucía-UCD.

Si las dos expectativas se concretan, el surgimiento de un partido nacionalista de derecha y un partido autonomista de centro, puede entrarse en una etapa de normalización política en Andalucía y podrá hablarse entonces de la verdadera consolidación del sisteni democrático,en España. Si no s concreta ninguna de las dos, el mito del polvorín andaluz puede con vertirse en una trágica realidad.

Con esta perspectiva, UCD de Andalucía camina hacia su prime congreso. En él se juegan UCD España mucho. Porque puede su poner o la última ocasión perdida o la recuperación de la identidad imagen de UCD y con ellas de su espacio político.

Yo analizo esta cuestión con un criterio voluntarista y confío qu mi partido, UCD, esté a la altura que las circunstaÁcias exigen y qu sabrá responder con visión de Esta do a la responsabilidad histórica que tiene frente a sí. Hay una can tidad considerable de militantes de simpatizantes y de votantes de UCD que clama por esta solución Debo, no obstante, reconocer qu tengo mis dudas, esa duda intelec tual, sobre la capacidad del aparat de renunciar a parte de su pode transfiriéndolo a los centristas an daluces. Porque no puede olvidar se que Andalucía ha sido siempre en política, un territorio mostren campo fácil para el colonizaj político. Sin embargo, sólo con la potenciación real de la configuración regional del partido puede lograrse el fortalecimiento definitivo de la UCD.

Tengo la convicción de que es configuración cambiaría de raíz la actual dinámica política del partido y pasaría a segundo término lucha intestina de sus familias o ginarias (democristianos, liberales socialdemócratas, etcétera). Se terminaría de perfilar la identidad política de UCD. Y su dinámica interna se reduciría a la pugna que caracteriza a los grandes partid interclasistas, a la pugna legítima entre progresistas y conservadores.

A pesar del desgaste del sufrimiento personal como andaluz, nos hemos echado en los brazos ese senequismo atávico que dice que caracteriza a los andaluces Muchos centristas andaluces tenemos la esperanza de lograr hace realidad dentro de UCD aquel en que creemos, lo afirmó Aristóteles: «La esperanza es suéño del hombre despierto