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Doscientas cincuenta hectáreas, destruidas por el fuego en Guipúzcoa

Importantes áreas forestales de Guipúzcoa han quedado arrasadas por los espectaculares incendios que comenzaron el pasado fin de semana en distintos puntos de esta provincia. El fuego devastó ayer ochenta hectáreas del monte Mendizorroza, de Orio, y otras cuarenta del monte Ayerbe, de Rentería. También se produjeron diversos incendios en los montes próximos a la capital vizcaína. En total, se estima que han resultado quemadas 250 hectáreas.

Existen serias sospechas, aunque no constancia absoluta, de que algunos de los incendios pudieran haber sido provocados. El caluroso viento sur que en las últimas horas soplaba en el País Vasco ha contribuido a extender las llamas y hacer más difíciles las tareas de extinción. Los expertos consideran, sin embargo, que además de las especiales características climatológicas ha in fluido también directamente en la expansión de las llamas los numerosos residuos inflamables que abandonan los excursionistas en sus salidas al monte.Los incendios más aparatosos se produjeron el viernes y el sábado en Igueldo, Jaizquíbel y Ulía.

El incendio del monte Igueldo, que afectó a cincuenta hectáreas de terreno pobladas de pinos, castaños y matorrales, comenzó el viernes, a las 9.30 de la mañana, y las tareas de extinción no finalizaron hasta el sábado, a las siete de la tarde. El esfuerzo de los que colaboraron en los trabajos para dominar el fuego impidió que algunos caseríos situados en la zona fuesen alcanzados por las llamas.

El grupo autodenominado Pro Euskadiko Zugaitak (Por los Arboles de Euskadi) se han responsabilizado de los últimos incendios forestales de estos días en la provincia de Vizcaya, que han originado la destrucción de más de un millar de hectáreas de arbolado y monte. La reivindicación se produjo mediante una llamada telefónica al diario Deia, y sus portavoces se definieron como «ecologistas», al tiempo que razonaban su piramonía alegando que todo lo quemado por ellos eran pinos y «estos árboles destruyen la tierra e incluso sus raíces penetran en los cultivos, dañándolos». Por esta causa, añadieron que deben repoblarse ahora los montes quemados de especies autóctonas.

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