El Consejo de Europa acuerda proseguir los preparativos para la Conferencia de Madrid
Los ministros de Asuntos Exteriores de los veintiún países miembros del Consejo de Europa han acordado ayer, en Lisboa, proseguir los preparativos para la celebración de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE) de Madrid en las fechas previstas.
Los ministros, que anunciaron la celebración de una nueva sesión ministerial un mes antes de la apertura de la reunión de Madrid, han declarado su preocupación por la crisis de las relaciones Este-Oeste y han redactado un comunicado en el que piden la retirada total de las tropas soviéticas instaladas en Afganistán.La reunión ministerial del Consejo de Europa terminó en la tarde de ayer con el traspaso de la presidencia de dicho Consejo a España, hasta la próxima reunión ministerial de dicho Consejo. Los debates de ayer y anteayer no han revelado nada nuevo en las relaciones intereuropeas, que quedaron relegadas a un segundo plano ante la crisis iraní y el protagonismo de las relaciones de Europa con Estados Unidos. Tan sólo hay que señalar la decisión, al menos pública, de mantener el ritmo y los trabajos preparatorios de la Conferencia de Seguridad de Madrid.
Aquí aparece un matiz importante: los veintiún países han decidido volver a reunirse un mes antes de la apertura formal de la Conferencia para hacer una evaluación de las relaciones Este-Oeste y analizar las posibilidades de éxito de la convocatoria madrileña. En definitiva, los países europeos no quieren tirar la toalla, pero se reservarán hasta última hora el derecho de decidir si van o no a la Conferencia madrileña. Todo dependerá de la actitud soviética de los próximos meses.
Fuentes políticas próximas a los debates ministeriales del Consejo declararon ayer que los países europeos esperan que de aquí a la reunión de Madrid la Unión Soviética habrá retirado sus tropas de Afganistán. Si ello no ocurriera y si en la URSS se repiten casos de violación de derechos humanos similares al protagonizado por Andrei Sajarov, la Conferencia podría verse en peligro. Los temas de Irán y de Afganistán aparecen íntimamente ligados en el marco de las perspectivas de las relaciones Este-Oeste, ante la actitud soviética de vetar en el Consejo de Seguridad de la ONU la adopción de medidas represivas contra el Gobierno iraní por la retención de los rehenes. Por ello, ayer, el Consejo de Europa hizo públicas manifestaciones, declarando su preocupación sobre ambos temas y exigiendo la salida de Afganistán de las tropas soviéticas.
En definitiva, los países europeos han demostrado en Lisboa su preocupación por la crisis de la distensión y su esperanza porque en los próximos meses pueda mejorarse el estado actual de las relaciones Este-Oeste. El presidente, hasta ayer, en ejercicio del Consejo (a partir de hoy lo será el ministro español Marcelino-Oreja), el ministro portugués Freitas do Amaral, declaró en la conferencia de prensa final que había que mantener las esperanzas y que la reunión de Madrid era imprescindible en estos momentos difíciles, al menos para que no se rompa el diálogo y también para exigir el cumplimiento de todos los aspectos del Acta de Helsinki.
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