Récord de sensatez de la Real Sociedad
La Real lleva tiempo batiendo un importante récord de sensatez. En este fútbol español tan dado a malgastar el dinero en fichajes inútiles, ha sabido construir un fenomenal equipo sin utilizar más que muchachos formados como futbolistas en Guipúzcoa. Y ese equipo le ha servido para alcanzar la jornada veintiocho sin ninguna derrota, lo que no sólo constituye un récord en la historia de la Liga, sino que le pone en condiciones de alcanzar el título. Desde que empató en Chamartín, la Real puede ser considerada como favorito para la conquista del título. Cada jornada que pasa lo es un poco más.
El éxito de la Real -lo remate o no con el triunfo final, lo que no pasaría de ser anecdótico- puede hacer felices a los buenos aficionados al fútbol. Esta temporada, los directivos españoles han llevado más lejos que nunca su conocida insensatez. El Barcelona ha gastado buenos dineros en ofrecer a su desencantado público un ridículo desfile de delanteros, que no ha tenido otro fruto que dejar al equipo sin posibilidades de alcanzar sus metas deportivas mínimas. El Atlético abrió la temporada echando de la plantilla a uno de sus foráneos, Ayala, al que un año antes había renovado por tres temporadas. El Betis fichó a un portugués caro para sustituirlo, a los pocos meses, por otro portugués algo menos caro, pero igualmente inútil. El Valencia soporta los caprichos del carísimo Bonhof, que no quiso jugar en la Copa contra el Spórting porque prefirió hacerlo en la misma fecha con la selección alemana contra la de Malta. Incluso el Madrid, que hace las cosas bastante mejor que la media al uso, gastó una fortuna en un negrísimo fichaje que, salvo una colosal actuación en el Camp Nou, no ha aportado nada serio al equipo; su única influencia en el equipo ha sido despertar la envidia de los que consideran que por menos dinero aportan más.
Por todo eso es bonito comprobar cómo un equipo que gasta todo lo que ingresa por taquilla en ponerlo al servicio de los muchachos que quieren jugar al fútbol en Guipúzcoa es capaz de mandar en la tabla. El sistema de la Real no sólo es más barato, sino que ha confirmado que es mejor si se tiene paciencia para aguantar unos pocos años por ese camino. Lo que ha hecho la Real está al alcance de cualquiera que tenga ganas de trabajar y de hacer las cosas bien.
También sería bonito que un equipo sin foráneos ganara el título. Eso resta argumentos a Kubala, que defiende el mal juego de su selección con el argumento de que los mejores jugadores de cada equipo no son utilizables para el equipo nacional. Nuestro fútbol ha colocado dos equipos en las semifinales de las competiciones europeas -10 que, sin ser gran cosa, no está nada mal- y resulta que ninguno de esos dos equipos manda en la tabla. Posiblemente, el nivel no es tan malo como Kubala quiere hacemos creer. Posiblemente hay mucho de falta de acierto en su trabajo cuando la selección entra en una racha tan mala como la que atraviesa desde hace algunos meses.
Y mientras la Real mira ya con esperanzas fundadas el final de la Liga, al Madrid te aguarda un final de temporada inquietante. En las tres competiciones en que participa -Liga, Copa y Copa de Europa- ha sabido mantenerse entre los aspirantes hasta el final, pero no puede sentirse seguro de alcanzar el título en ninguna de ellas. La Liga está más difícil de lo que pensaba hace pocas semanas. La Copa es una moneda al aire -el escollo del Betis en cuartos de final no puede ser desdeñado- y en la Copa de Europa el Hamburgo, líder de la liga más fuerte de Europa, impone un tremendo respeto. Al Madrid le cuesta marcar goles en casa, y mañana necesitará hacerlo para viajar con cierta tranquilidad a Hamburgo. El Valencia, ante el Nantes, tiene mejores probabilidades de clasificarse para la final.
Por lo que respecta al Barcelona y al Atlético, han confirmado una semana más que son los grandes fracasados de la temporada. Ni los cambios de entrenador ni los fichajes a media temporada les han resuelto nada. El domingo se enfrentaron entre sí para castigo del público del Camp Nou, y sobre el campo explicaron el porqué de su fracaso. Los directivos de uno y otro club harían bien en recibir cursillos acelerados de los de la Real.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.