Horario oficial
Ante el anunciado cambio del horario oficial, con el que llevaremos, si Dios no lo remedia, un adelanto al Sol de dos horas, cabe preguntarse si esta medida tan original, idea sibilina de los tecnócratas franquistas, es hoy de aceptación en un país donde el sol aprieta fuerte en el verano hasta las diez de la noche.El pretexto, y digo pretexto por-
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que no sabemos hasta qué punto se han hecho las comprobaciones técnicas suficientes, es el ahorro de energía. Y preguntamos: ¿No se podría ahorrar sin fastidiar a quienes, por tener que trabajar, se han de acostar a la hora de las gallinas, cuando casi luce un sol africano todavía, si han de descansar el mínimo necesario? ¿Es tan grande el ahorro que se obtendría, y no es suficiente con la hora que durante todo el año mantenemos de adelanto? ¿Somos tan diferentes que no podemos ahorrar energía como los demás países?
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