Veintiocho jueces italianos dimiten por falta de protección ante el terrorismo
En protesta por la falta de medidas que garanticen su protección, veintiocho jueces de instrucción de Milán dimitieron ayer en masa. Se trata de la primera respuesta concreta de la Magistratura italiana, después de sucesivas amenazas de huelga y paros parciales para exigir del Gobierno los medios técnicos que consideran necesarios en la lucha contra el terrorismo.
Los veintiocho jueces dimisionarios son compañeros del magistrado Guido Galli, muerto hace quince días en un atentado, del que se hizo responsable el grupo ultraizquierdista Primera Línea.Opinan que desde el 19 de marzo -fecha en que cayó Galli- no se ha hecho absolutamente nada para reforzar su protección ante la eventualidad de un atentado.
Extradición
La justicia italiana solicitó ayer a las autoridades francesas la extradición de cuatro de los seis terroristas italianos detenidos en Francia el pasado fin de semana. La policía francesa prosigue su investigación sobre la organización clandestina Acción Directa, interrogando a veintitrés personas, y la policía italiana detuvo ayer en Ancona a cinco presuntos miembros de las Brigadas Rojas.Existe gran expectación en Italia por saber si la policía gala conseguirá capturar a Mario Moretti, jefe de la «columna romana» de las Brigadas Rojas y sospechoso número uno en el secuestro y asesinato de Aldo Moro. Su nombre fue el primero en la lista que la policía presentó a la Magistratura como responsable del caso Moro. Pero es también el único que aún no ha sido atrapado. Todos los demás responsables están ya en las manos de los jueces.
Las últimas noticias llegadas a Roma aseguran que la policía francesa busca a Moretti en la Costa Azul, donde le han seguido la pista, pero sin lograr detenerlo.
Al parecer, desde su exilio de lujo, el terrorista italiano se mantenía en contacto con los diversos grupos terroristas europeos y era el «consejero» a quién acudían en momento difíciles los diversos compañeros de la organización.
Todo esto confirmaría la hipótesis, varias veces formulada por el presidente de la República, Sandro Pertini, según la cual han existido en los últimos tiempos estrechos contactos entre los grupos terroristas italianos y los otros grupos europeos.
Las policías secretas italiana y francesa están movilizadas, sobre todo, en las cercanías de la frontera, para evitar que el «brigadista» italiano número uno pueda huir de Francia.
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