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Sánchez Asiaín ahoga por la liberalización bancaria

Tres fueron los puntos básicos en los que centró su intervención el presidente del Banco de Bilbao, ante la junta general de accionistas de la entidad, celebrada en la mañana de ayer: la incidencia de la crisis y la necesidad de proceder a una reconversión de los sectores industriales; las consecuencias de la actual crisis en el mundo financiero, y los problemas que conlleva la internacionalización de las economías para el sector bancario.

Referido al primer tema, José Angel Sánchez Asiaín señaló que hay que concentrar el esfuerzo en lo decisivo, y esto lleva implícito un criterio selectivo, «selectividad que supone reconocer que no son salvables todos los sectores».

En su referencia al segundo punto —las consecuencias de la crisis en el mundo financiero—, rebatió la afirmación de que la banca siempre es ganadora, aun en épocas de crisis, y volvió sobre el viejo tema (de su particular preferencia) que es la necesidad de proceder a una liberalización del sistema. «No hay otra solución», dijo, «sino ratificar la liberalización del sistema como filosofía de actuación.»

En relación a la creciente internacionalización de las economías y su incidencia en el sector bancario, Fernández Asiaín destacó la pequeña dimensión de la banca nacional, a todas luces insuficiente para competir con las organizaciones europeas, que han procedido a unos procesos de asociación e integración para aumentar sus niveles de eficacia El consejero delegado, Emilio Ybarra, tras glosar en su intervención el comprometido momento por el que atraviesa España, destacó que «la principal enfermedad de nuestra economía es el paro, paro que en el año 1979 aumentó en 250.000 personas, lo que sitúa el nivel de desempleo por encima del 10% de la población activa».

En el capítulo de cifras, Emilio Ybarra comentó que con destino al saneamiento de los activos fijos y financieros del banco se dotaron 9.500 millones de pesetas. La cifra de morosos totalizaba a fin de 1979 20.974 millones, lo que equivale a un 3,71% del riesgo. Señaló, asimismo, el evidente desplazamiento en las operaciones de pasivo, hacia las modalidades «a plazo» que le han supuesto al banco un incremento en el coste de los depósitos de un punto, alcanzando el 5,63%. Por su parte, los ingresos del banco aumentarían en un 25%, mientras los costes financieros lo hacían en un 31%.

El beneficio antes de impuestos fué de 6.050 (+ 4,27%) millones. De ellos, se destinaron (una vez efectuada la provisión para el impuesto de sociedades) 2.033 a reservas, y 2.555 a dividendo activo, que supusieron 67,18 pesetas por acción. También se señaló que, por disposición de la autoridad monetaria, el pago de los dividendos será retrasado el próximo año en un par de meses, aproximadamente, hasta que hayan sido aprobados los estados contables de junio y diciembre. Por último, señalar que el cash-flow de la sociedad es de 14.399 millones.

Y la junta tuvo su anécdota en un artefacto explosivo de escasa potencia (l25gramosde Goma 2) que fue descubierto y desactivado. La acción ha sido reivindicada por un grupo autodenominado Comandos Autónomos Anticapitalistas, mediante una llamada a Radio Bilbao.

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