El cooperativismo, objetivo final
El cooperativismo es el auténtico protagonista del largo conflicto que mantiene paralizado el servicio de hostelería del aeropuerto de Barajas desde hace más de un mes. Detrás de la huelga de los 580 trabajadores que trabajan en bares, cafeterías y restaurantes del aeropuerto madrileño, y el cierre patronal que siguió a la protesta de la plantilla, subyace el intento de los trabajadores de constituirse en cooperativa y desplazar a la actual empresa que, en régimen de contrata, cubre el servicio.Según testimonios recogidos por EL, PAÍS en medio empresariales, la concesión de los servicios de restauración del aeropuerto de Palma de Mallorca a la cooperativa constituida por la plantilla que trabajaba anteriormente al servicio de la última contrata «ha sentado un precedente que habrá de mover a los trabajadores de otras concesionarias a intentar la experiencia cooperativista ».
En este sentido, la, contrata de Madrid-Barajas, hotel Alameda, SA, asegura que la actitud de su plantilla, «al tomar como pretexto un ligero incidente que forzó al despido de tres trabajadores por indisciplina para iniciar un largo conflicto, persigue el desgaste de la empresa para que renuncie a la concesión de la contrata y permita a la Subsecretaría de Aviación Civil a conceder la misma a la actual plantilla, constituida en cooperativa».
Los trabajadores, por su parte, niegan que el conflicto laboral oculte intenciones inconfesables, si bien no niegan su interés en constituirse en cooperativa.
La dirección del hotel Alameda se muestra dispuesta a aguantar cuanto sea necesario en la actual situación, «ya que la única posibilidad que tenemos de recuperar parte de las pérdidas que la contratanos ha deportado (45 millones anuales, además del canon que han de satisfacer ala Subsecretaría de Aviación Civil) es aprovechar, la rentabilidad potencial que ofrece el aeropuerto madrileño para, junto con la necesaria adecuación de la estructura comercial, sanear las pérdidas y concluir el período contratado, en enero de 1983, con un ligero beneficio ».
De acuerdo con medios patronales, la concesión de la contrata del aeropuerto de Palma de Mallorca a la cooperativa de trabajadores podría ir contra las normas establecidas por la propia Administración para la licitación en concurso públicó de contratas de servicios. Según estas normas, la empresa que concurriera a estos concursos debe tener abierto, cuando menos, unes tablecimiento hotelero de similar categoría al ofertado por la Administración, además de contar con una experiencia mínima de dos años en este tipo de actividad.
La última contrata del aeropuerto mallorquín fue la firma francesa Jacques Borel, de gran prestigio en el sector restauración del país vecino. Al abandonar esta firma la contrata, concurrieron al oportuno concurso tan sólo dos ofertas: una firma española, que no reunía las condiciones mínimas exigidas en el pliego de condiciones, y la referida cooperativa, a la que le fue concedida la explotación de los establecimientos hosteleros.
En opinión de la patronal, esta decisión constituyó «un gol a la UCD, que se supone debe defender los intereses económicos de la patronal, sin lesionar, por supuesto, la defensa de los trabajadores».
La oposición patronal a la constitución de cooperativas en el sector restauración se concreta en la consideración de que las mismas constituyen una competencia desleal en una economía libre de mercado. Esta argumentación se sustenta en la serie de beneficios fiscales y de explotación con que cuentan las cooperativas, tales como la posibilidad de cotizar tan sólo a la Seguridad Social un 30% de las tarifas base, de acuerdo con el régimen de trabajadores autónomos, además de los préstamos cooperativos que facilitan a los trabajores.
En esta línea, la cooperativa de Palma de Mallorca habría supuesto «la señal de salida» para que las plantillas de otras concesionarias de restauración en los más importantes aeropuertos españoles ensayen la fórmula cooperativa.
Esta circunstancia forzó una reciente reunión de las empresas de contratas de los doce más importantes aeropuertos, con el fin de buscar una solución unitaria a los problemag que registran, y entre los que figura, en primer término, la amenaza cooperativista.
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