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Rota la tregua mantenida por los grupos terroristas Euskadi

El asesinato del conde de Aresti, ocurrido ayer en Bilbao, junto con los de Dámaso Alonso Soto y José Acedo Aquiles, en la noche del lunes, constituyen el fin de la aparente tregua observada por ETA millitar durante las elecciones al Parlamento vasco. Aunque dicha organización terrorista no ha reivindicado todavía tales atentados, medios vascos consideran muy probable su participación en los mismos. Estos hechos se producen una semana antes de la constitución del Parlamento de Euskadi, y coinciden con la petición de legalización presentada por la coalición abertzale Herri Batasuna.

Enrique Aresti Urien, conde de Aresti, era directivo de las empresas La Unión y El Fénix y la consignataria de buques Maura y Aresti. Las primeras versiones que circularon por Bilbao, relacionande, el asesinato con una presunta negativa del señor Aresti a pagar el «impuesto revolucionario» exigido por ETA, no fueron posteriormente confirmadas por datos fehacientes. En cuanto a las dos personas muertas en la noche del lunes, estaban supuestamente vinculadas, según algunos de sus vecinos, a movimientos ultraderechistas.Medios políticos y periodísticos vascos creen que estos asesinatos suponen el fin de la tregua observada por ETA, si bien muestran su extrañeza por el hecho de que se hayan producido ahora, cuando existen indicios -no confirmados- de que el PNV, fuerza política vencedora en las elecciones vascas, había iniciado contactos con las ramas política y militar de ETA.

Los milis habían cometido su último atentado el 20 de febrero -coincidiendo con el comienzo de la campaña electoral al Parlamento vasco-, mientras los poli-milis -inactivos también durante la época electoral- reaparecieron de nuevo el pasado día 18. Ese día trataron de asesinar al general Esquivias, quien resultó ileso.

Carlos Garaikoetxea, líder del PNV y virtual presidente del Gobierno vasco, ha expresado su preocupación por estos asesinatos. Los partidos Socialista y Comunista han difundido comunicados de condena por estos hechos, «que sólo pueden interpretarse como un desafío por parte de ETA al Parlamento vasco» (PCE), y que «suponen un deterioro para la convivencia ciudadana e inciden negativamente en el nuevo proceso que se abre ahora con la constitución del Parlamento vasco» (PSOE). El presidente de la UCD vasca, Jesús María Viana, considera que los terroristas han demostrado que «no son demócratas».

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