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El desmantelarniento del paso elevado de Atocha exige varias obras en la red viaria de la zona sur

Los redactores del Programa de Actuación Inmediata (PAI) del distrito Centro y el concejal responsable de Medio Ambiente, Manuel Mella, están de acuerdo, aunque por razones distintas, en la necesidad de desmontar a medio plazo el escalextric de Atocha. Los primeros se apoyan básicamente en la recuperación de la glorieta de Atocha, uno de los conjuntos urbanos más bellos de Madrid, y el segundo, en la concentración de materias contaminantes que genera el paso elevado. Lo que nadie pone en duda es que su eliminación exigiría diversas actuaciones sobre la infraestructura viaria de la zona sur, y eso es lo que están estudiando varios ingenieros madrileños del Instituto Eduardo Torroja.

Una de las delegaciones municipales más afectadas por este asunto, la de Circulación y Transportes, regida por el comunista José Luis Martín-Palacín, guarda entre tanto un riguroso silencio, como si el tema ni siquiera se hubiera planteado.El estudio que efectúan los citados ingenieros llega a la conclusión de que son tres los problemas que afectan fundamentalmente a la glorieta de Atocha: de tráfico, estéticos y de contaminación. Hasta hoy tan sólo se ha prestado atención al primero y por eso se optó por el paso elevado, ya que la solución de los otros dos exigiría su desmantelamiento.

El tema del tráfico no permite, sin embargo, la eliminación lisa y llana del escalextric sin otras actuaciones previas. El número de vehículos que lo utilizan diariamente asciende en la actualidad a unos 210.000, lo que equivale a unas 300.000 personas. Dicho de otra manera, casi uno de cada diez madrileños pasan diariamente por este nudo. Si la plaza quedase reducida a un solo nivel de tráfico, la capacidad máxima de circulación quedaría limitada a unos 150.000 vehículos por día -siempre según el estudio que se cita-, lo que significa que sobrarían 60.000 vehículos.

Para lograr esta reducción es preciso actuar sobre la infraestructura vial de la zona sur de Madrid, que es por otra parte la más deficitaria y la que cuenta con peores transportes públicos. Esta desviación de tráfico exige, a juicio de este grupo de ingenieros, las siguientes actuaciones: conexión de las calles de Alfonso XII y del General Lacy, conexión de Menéndez Pelayo con Méndez Alvaro, cierre del segundo cinturón por la zona sur y construcción del nudo sur en el tercer cinturón. Esta última obra, con el correspondiente proyecto para el puente de los Tres Ojos, está en fase de redacción y se cree que las obras pudieran iniciarse a finales de año. Las otras tres actuaciones exigen obras, tal vez costosas, en torno a la estación de Atocha.

En cualquier caso, el estudio en cuestión concluye que no serían necesarias las cuatro actuaciones a la vez, sino que bastaría la combinación de dos de ellas, como mínimo.

Otra solución posible sería la construcción de pasos inferiores en la misma glorieta, pero ello presenta dificultades técnicas grandes y tampoco eliminaría el problema de la concentración de elementos contaminantes.

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A la vista de todos los problemas planteados, el equipo de ingenieros concluye que la solución más adecuada puede ser el desmantelamiento del escalextric previa creación de una infraestructura vial complementaria en las zonas próximas, de forma que la capacidad de tráfico no sufra alteraciones graves en relación con la oferta actual.

En cualquier caso, estas propuestas tendrán que ser sopesadas por la Delegación de Circulación y Transportes, a la que afecta esencialmente el tema, y por la de Hacienda, porque están en juego los presupuestos municipales, si bien algunas obras podrían entrar en el convenio MOPU-Ayuntamiento.

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