La huelga eléctrica no afectará al España-Inglaterra
La huelga de FECSA (Fuerzas Eléctricas de Cataluña, SA) no afectará al partido España-Ingl aterra. La segunda compañía que suministra fluido al Barcelona a través del Palau Blau Grana proporcionará la intensidad de luz necesaria para que el encuentro se celebre a las 8.30, como estaba previsto, y sea retransmitido en directo por televisión. El duodécimo España-Inglaterra, solventando el problema de la electricidad, no presenta a priori otro hecho anecdótico que la selección de Kubala; a menos de tres meses de la Eurocopa, seguimos sin equipo.
Mientras el responsable de los ingleses, Ron Greenwod, ha logrado ya un equipo base para la fase final europea, con los veteranos de la época de Don Revie y los injertos de varios jóvenes con futuro, Kubala sigue con las probaturas y los retornos al túnel del tiempo.Para hoy, en Barcelona, nos encontrarnos con los inesperados debuts de Urquiaga y Guisasola, el regreso de Uría y la probatura de Satrústegui, un hombre al que ha tenido ocasión de foguearlo varias veces y casi siempre lo ha dejado en el banquillo. Satrústegui ocupa plaza en la selección justamente cuando detrás no tiene a ninguno de sus compañeros en la Real. Es decir, a ninguno de los que sabe lanzarle en condiciones de llegar a puerta ventajosamente.
Una vez más, Kubala se ha inclinado por los corredores de fondo y en el centro de campo incluye a tres hombres de probada honradez profesional, de indudable buena voluntad, pero de características en cierto modo muy similares, pese a que pueda aludir que Saura y Uría son capaces de subir por los extremos y Guisasola puede ser un implacable marcador. Visto así, efectivamente, no son jugadores idénticos, pero a nadie puede escapar el hecho incontrovertible de que el centro del campo carece del hombre constructor. El fútbol no se puede practicar sobre el fundamento exclusivo de los impulsos permanentes. El fútbol también es de los jugadores capaces de detenerse unos instantes a pensar. La excusa de la lesión de Zamora no es suficiente, porque ha podido optar por otras soluciones.
Tenemos, pues, estreno de selección. Estamos donde siempre, en la improvisación. Ciertamente el fútbol español no está para muchas florituras, pero ya va siendo hora de que alguna vez sepamos a qué atenernos. A la vista de la alineación no cabe otra cosa que esperar una noche afortunada y la confirmación de valores tan positivo s como A lexanco y Gordillo en el primer equipo nacional.
Por contra, cabe pensar que jugadores de tan probada eficacia como Juanito -aunque en la selección para mí todavía no ha triunfado- y Dani vuelvan a mostrarse incompatibles, dada su natural tendencia al lado derecho. Si para resolver este problema se concede libertad al madridista para que deambule a su aire por el centro del ataque, a lo peor nos encontramos con que insiste en su individualismo y se pierde en la maraña inglesa, que no es precisamente de las que permite el entretenimiento de los fuegos de artificio.
Los ingleses, que llegaron con la preocupación de la lesión de Keegan, sufrida el pasado sábado con el Hamburgo, han podido contar con este jugador, que por el momento es su máxima estrella. Con Keegan por el centro del ataque, Greenwod alineará como extremos a Copell y Woodcock, dos hombres rápidos sobre los que pesará la vieja fórmula británica de los pases en profundidad y por las alas, que todavía, hoy por hoy, siguen siendo la mejor de cuantas los técnicos han inventado. Cunningham, por tanto, no podrá ser espectador de lujo desde el césped. Al menos todo el tiempo. Esta vez lo será desde el banquillo. Greenwood reconoció haber recibido una carta del Real Madrid para que no jugara los noventa minutos por su «exceso» de partidos. De Woodcock se dice en Barcelona ,que es uno de los candidatos a ingresar en la plantilla azulgrana para la próxima campaña. Lo que no se asegura es, en caso de ser contratado, si jugaría más allá de tres meses.
El seleccionador inglés mantendrá en las líneas de cobertura a los veteranos Shilton, Milis y Watson, pero prescinde en esta ocasión de Brookling. Los motores del conjunto británico son, sin duda, Keegan y Wilkins, pero habrá que sujetar bien a Trevor Francis, que atraviesa un gran momento de forma y puede ser el recambio eficaz en el caso de que Keegan esté bien marcado.
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