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Los suecos aprueban un desarrollo limitado de la energia nuclear

Suecia continuará con el desarrollo pacífico de la energía nuclear, según decidieron los suecos el domingo en el referéndum por muy escaso margen de votos. El 39,3% de los votantes frente a un 38,6% se pronunciaron a favor de mantener las seis plantas atómicas existentes en la actualidad, construir otras tantas al tiempo que se buscan otras fuentes alternativas de energía. Esta opción, línea 2, fue defendida por socialdemócratas y liberales. La opción defendida por los comunistas y el Partido del Centro (en el Gobierno), línea 3, era mantener las seis centrales actuales, pero clausurarlas en 1990. Los conservadores, que defendieron la llamada línea 1, congelar el programa nuclear tras la construcción de seis nuevas centrales, obtuvieron un 18,7% de los votos.

A la escasa ventaja de la línea 2 deben sumarse, sin embargo, los votos logrados por la línea 1, lo que eleva el porcentaje entre ambas opciones al 58%. El mayor número de votos de la propuesta vencedora se registró en los distritos obreros lo que indicaría que el temor a la supuesta desocupación e involución industrial agitados por los partidarios del predominó en el ánimo de los votantes. sobre otras consideraciones inherentes al uso de la energía nuclear. En total votaron 4.697.406 ciudadanos, entre los que deben incluirse 153.492 que lo hicieron en blanco.No hay indicios aún de fisuras inmediatas en el Gobierno de coalición burguesa, a juzgar por las manifestaciones de los cinco líderes partidarios en una tensa conferencia de prensa televisada la misma noche del escrutinio. Todos se mostraron dispuestos a cumplir el veredicto de las urnas. Sin embargo, los observadores consideran casi inevitable que ellas se produzcan a más tardar a la hora de establecer las condiciones de seguridad para los nuevos reactores.

En las horas previas a la votación, el primer ministro, Falidin, había manifestado reservas en cuanto al alcance de un triunfo del sí, lo que había causado considerable inquietud en Olof Palme y Ola Ullsten.

Conocidos los resultados del referéndum, Falldín pareció rectificar y aceptar que ellos implican la puesta en marcha de los cuatro reactores que esperan la señal de vía libre para entrar en funcionamiento. Enfatizó -además el líder centrista en la necesidad de ahorrar energía y la búsqueda de fuentes alternativas -dos puntos claves en la campana contra el sí- deben ser ahora prioritarios para el Gobierno. Admitió la derrota, pero puso de relieve el alto porcentaje por el no, algo que, a sujuicio, no puede desestimarse en el momento de las decisiones.

No obstante, muchos consideran que le será difícil al primer ministro soslayar la contradicción que surge entre sus posiciones y lo que tendrá que aprobar. Es posible, también, que la presión de las bases se haga sentir con fuerza, máxime cuando es intención de los favorables a la línea 3 continuar la campaña antinuclear y mantener movilizadas sus huestes.

Olof Palme, que se veía cansado, pero satisfecho y muy hábil en su diálogo con la prensa, dijo que el pueblo sueco había expresado lo que quería y que ahora el Gobierno debe acatarlo «sin poner palos en las ruedas». Habló también de lanzarse a las fuentes alternativas y reafirmó su posición de desmantelamiento de las plantas nucleares, aunque «a ritmo lento». Dijo no creer que los socialdemócratas que habían votado una opción distinta a la del partido pudieran romper el mismo. Respecto a su alianza con el Partido Liberal, a los efectos de la campaña subrayó Palme que había sido muy positiva, pero que no implicaba nada para el futuro, sobre otras cuestiones.

El conservador G. Bohman dijo que, como economista iba a dormir mejor luego de conocer el escrutinio. No hay dudas posibles de interpretación de estos resultados, agregó, en una clara alusión a las anteriores manifestaciones de Fálldin. También tuvo alusiones respecto al comportamiento de algunos diarios durante la campaña electoral.

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