Las previsiones económicas de la banca, más pesimistas que las del Gobierno
Rafael Termes presentó ayer a la asamblea general de la Asociación Española de la Banca Privada un informe cuyo capítulo de previsiones macroeconómicas es, en general, más pesimista que el elaborado por el Gobierno. En conferencia de prensa previa a la asamblea, el presidente de la AEB comentó que el tema de la nacionalización está archivado y que a estas alturas ya nadie afirma que el crédito sea caro.
Para Rafael Termes, el comportamiento de la economía española durante 1979 no difirió de forma sustancial con respecto a 1978. Persistió el buen comportamiento de la balanza de pagos, la reducción de la inflación y una modesta mejoría del excedente empresarial. Al tiempo faltó una adecuada formación bruta de capital, se incrementó el paro y aumentó la crisis en sectores básicos, con las consiguientes dificultades de financiación de las empresas. Se acortó el diferencial de inflación interna y externa, pero también se redujo la tasa de crecimiento y se deterioró la designación de recursos. El presidente de AEB destacó, como dato singular positivo de 1979 la firma del acuerdo-marco interconfederal y exculpó al ejecutivo de parte de las responsabilidades de la marcha económica del país. «Ni todos los éxitos ni todos los fracasos», dijo, «son del Gobierno.»Por lo que se refiere a la crisis en el sector, Rafael Termes destacó que «sólo afecta a un pequeño porcentaje» y las causas se encuentran «en deficiencias de gestión por conductas desacertadas». En su mayoría, según informó, estos bancos están dentro de la Corporación Bancaria. El hecho, indicó el presidente de AEB, de que sólo uno de los cinco haya salido de aquella Corporación Bancaria apunta en el sentido de que los instrumentos disponibles han evitado situaciones de pánico, pero no han sido suficientes para reflotarlos, «devolverlos a la corriente circulatoria». Los esfuerzos y objetivos actuales consisten, añadió, en que «el sector bancario tenga la confianza del país».
Después de comentar que el Fondo de Garantías de Depósitos que se quiere configurar «es la ayuda menos mala» para evitar situaciones de crisis en las entidades bancarias, destacó que los créditos participativos, caso francés, son inviables en España.
Acerca de la nacionalización de la banca, Rafael Termes manifestó que los partidos de oposición y sus correspondientes ideológos han abandonado el expediente por el volumen de impuestos -19.000 millones de pesetas- que el Estado recauda a través de esa vía.
Sobre el precio del dinero, el presidente de AEB manifestó que estaban apagadas, aquellas voces que calificaban de caro el crédito. «Todo el mundo se ha convencido de que no puede haber inflación alta y dinero barato.» Los bancos, según informó, acusan peticiones de crédito para pagar importaciones anticipadas, porque el dinero rinde más fuera que dentro. «Pienso», afirmó, «que las autoridades quieren que suba el coste del dinero.»
Sobre los beneficios porcentuales de los bancos, Rafael Termes anunció que habían retrocedido en un 30% en el período comprendido entre 1975 y 1978.
En el citado informe de Rafael Termes figuran unas previsiones macroeconómicas que son, en general, más pesimistas que las facilitadas por el Gobierno. En ellas, por ejemplo, se estima que el déficit de la balanza por cuenta corriente se situará este año entre los 4.000 y 4.500 millones de dólares, frente a los 2.000 apuntados por el Gobierno. De la misma manera, se estima que el crecimiento de la economía española podrá situarse este año entre el 1,5% y el cero, en tanto que el Gobierno ha señalado que se colocará uno o dos puntos por encima de la media de los países de la OCDE.
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