Nuevas entrevistas de Pujol con Tarradellas

El líder nacionalista Jordi Pujol, candidato a la presidencia de la Generalidad por la coalición Convergencia i Unió, ganadora de las elecciones al Parlamento catalán, se entrevistó en la mañana de ayer con el presidente de la Generalidad provisional, Josep Tarradellas. La entrevista tuvo una duración de dos horas, y se celebró en el palacio de la Generalidad, en Barcelona.Según el comunicado hecho público por la oficina de prensa de la institución autonómica, Pujol y Tarradellas analizaron la situación de la política catalana tras las elecciones del pasado jueves. Con toda probabilidad, ambos políticos trataron sobre las alianzas de cara al gobierno de la Generalidad.

Es de señalar que Tarradellas reiteró en la madrugada del viernes -cuando ya se conocía el espectacular ascenso del partido de Pujol- sus deseos de que continúe un Gobierno de unidad en Cataluña, con representantes de todas las fuerzas parlamentarias. Estas declaraciones sorprendieron a todos los comentaristas políticos y causaron reacciones de indignación entre los dirigentes del partido de Pujol, el cual había manifestado, tan sólo momentos antes, que mantenía su propósito de no pactar con los comunistas. En posteriores declaráciones, Pujol se inclinó en favor de una política de alianzas con fuerzas afines, e incluso con los socialistas.

Al finalizar la entrevista, Tarradellas invitó a Pujol y a su esposa, Marta Ferrusola, a cenar en su residencia del palacio de la Generalidad. También fueron invitados dos hijos del matrimonio Pujol, Marta y Jorge.

En otro orden de cosas, hoy tendrá lugar en el monasterio de Poblet (Tarragona), el acto de entrega de los archivos que Tarradellas ha recopilado y guardado durante su exilio, los cuales incluyen documentos sobre la Generalidad de Cataluña, tanto de la época republicana como del exilio.

En la decisión de Tarradellas de depositar tales archivos en Poblet podrían haber influido las malas relaciones que existieron entre él y los responsables del monasterio de Montserrat durante la época del exilio. Tarradellas lanzó en aquel período constantes ataques hacia la actividad del monasterio, al que acusó de favorecer la política de los comunistas.