Los trabajadores de Segarra, contrarios al plan de saneamiento de la dirección
Los trabajadores de la empresa pública Industrias Mediterráneas de la Piel, SA, que fabricaba anteriormente los calzados de la marca Segarra, han expresado a través del comité de empresa su desacuerdo con las medidas que propone la dirección para salir de la actual crisis, cuyo balance arroja 156 millones de pérdidas contraídas en el pasado año, descenso de la cartera de pedidos y recorte de la producción de curtidos y calzados.Este plan arranca, en opinión del comité, de ciertos sectores del Patrimonio del Estado, que persiguen discriminar entre sus miembros «utilizando las tijeras a fondo» con aquellas empresas cuya responsabilidad en la mala gestión no se quiere reconocer, cargando, por el contrario, su deterioro a la falta de colaboración de la plantilla. Por esa razón han retirado su confianza al actual director general de Impelsa, Diego García, como persona puente de esta operación, si bien dejan la puerta abierta para negociar con el director del Patrimonio del Estado, señor Romaní, y presidente del consejo de administración, señor Beltrán, que mostraron en anteriores ocasiones voluntad para hacer rentable la tradicional factoría de Vall de Uxó, de la que dependen 2.500 familias.
El plan propuesto por la dirección del consejo de administración supone la reducción del poder adquisitivo de los trabajadores, aumento de los ritmos de producción, sin mejorar métodos y a costa de menguar la plantilla, y, finalmente, contempla medidas que entran en contradicción con la legislación vigente, corno no pagar el ITE y garantizar el compromiso de no conflictividad en la empresa para los dos próximos años.
El deterioro económico procede, según el comité, de una política comercial errónea, abandono del sector de curtidos y errores procedentes de la falta de gestión empresarial imputables a la propia dirección.
Con la salida de parte del stock, evaluado en 1.200.000 pares de zapatos, el balance de pérdidas puede reducirse sensiblemente, al tiempo que se ganarían nuevos mercados.
Según un portavoz sindical, las grandes líneas de esta negociación deberían buscarse en una ampliación de capital, mejora de la organización y planificación, mejora de la calidad y potenciamiento de la red comercial.
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