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El Gobierno español no cumple ni sus propias leyes en materia automovilística

«Citroën piensa armar un buen lío, antes de volver a montar sus cadenas de montaje del modelo CX, contra un Gobierno que no cumple las leyes que él mismo ha creado», dijo el director general de Citroën Hispania, Jean-Pierre Pisano, en una reunión con la prensa, con ocasión de la presentación en este país de¡ nuevo modelo de la casa, el Peugeot 505.

El problema entre Citroën y la Administración se remonta a hace un año, cuando el ministro de Industria, Agustín Rodríguez Sahagún, pretendió reorganizar la industria nacional del automóvil, con el fin de adaptarla a las corrientes actuales y ante la proximidad de la entrada de España en el Mercado Común.A tal fin se publicaron una serie de decretos que permitían a las multinacionales del automóvil radicadas en este país que reestructuraran sus cadenas de producción, y siempre y cuando exportasen unas cantidades previamente fijadas, a importar un número de unidades de vehículos que el mismo Gobierno delimitaría.

Citroën Hispania, siguiendo el consejo de la Administración, reestructuró sus cadenas, dejan do de fabricar el modelo CX para reforzar otras lineas o crear nuevas. Pidió entonces le fuera permitida, de acuerdo con la ley, la importación de varias versiones del citado modelo, así como algunas de otros. Cumplido el primer plazo del pasado año, el correspondiente a los seis primeros meses del presente aún no ha sido autorizado, pese a que ha transcurrido ya casi la mitad de ese tiempo.

Este retraso, que supone para Cítroën tener paralizada una importante cartera de pedidos, unido al hecho de haber autorizado a Ford la importación de los modelos Taunus -antes ya los Granada- a unos precios que, cuando menos, resultan asombrosa y extrañamente bajos, y al haber autorizado también a General Motors la importación, como fabricante español, de otra partida de coches -cuando de la fábrica sólo han puesto la primera piedra-, ha motivado un durísimo ataque por parte de Citroën al Gobierno español.

Para el director general de Citroën, Jean-Pierre Pisano, «el cupo de importación que en principio se había dicho -según ley- no se ha cumplido, por lo que la Administración nocumple ni con sus propias leyes. Además, si Citroën Hispania no puede importar sus coches de otros países. llegará un momento que tampoco de aquellos países autorizarán las importaciones desde España, lo que puede llegar a crear un gravísimo problema a sus 10.500 trabajadores, que se podrían ver afectados por un expediente de regulación de empleo».

Por otra parte, el director general de Citroën Hispania se quejó de que, «a la hora de negociar con la Administración española, extrañamente las personas se transforman en fantasmas, casi en ectoplasmas. y ello ocurre tanto en el Ministerio de Comercio como en el de Industria o en el de Hacienda».

En el durísimo ataque de Jean-Pierre Pisano al Gobierno español, el director general de Citroën Hispania llegó a tachar a la Administración de practicar la amigocracia, «porque, siendo Citroin la única fábrica de automóviles que ha cumplido rigurosamente los decretos Sahagún -ha dejado de fabricar tres modelos-, hasta ahora no ha recibido a cambio nada, sólo buenas palabras, lo que lleva a pensar que al Gobierno no le asusta, le tiene sin cuidado, la gravisima crisis que afecta al automóvil en este país en estos momentos, y que ha producido un descenso en las ventas muy importante».

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