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Réquiem por Teodoro Roa y Alberto Huéscar

La muerte de Teodoro Roa y Alberto Mariano Huéscar, cámara de TVE fallecidos junto a Félix Rodríguez de la Fuente, con quien trabajaban desde que se inició el rodaje de la serie El hombre y la Tierra, quedó estos días en un se gundo plano, desenfocada ante la preeminente y bien merecida popularidad del naturalista, que duran te dieciséis años puso su rostro y voz a los apasionantes relatos Félix Rodríguez de la Fuente, en su último adiós (625 líneas del domingo 2 de marzo), recordó a la audiencia que aquellos programas eran el esfuerzo y trabajo de un equipo, por más que la distancia focal de nuestros ojos de telespectadores se fije siempre en el rostro, en el primer plano del locutor o del presentador.Las extraordinarias imágenes de El hombre y la Tierra fueron posibles gracias al esfuerzo, entre otros, de los cámaras Teodoro Roa y Alberto Mariano, al conocimien lo profesional de sus instrumentos de trabajo y a las muchas horas de paciencia, camuflados entre la naturaleza, para obtener unos metros de película sobre el quebrantahuesos, la nidada de aguiluchos o el apareamiento de los lobos. Alberto Mariano, antes de partir por última vez para Alaska, estuvo buscando por todo Madrid unas pilas especiales para poder rodar a bajas temperaturas. El y Teodoro Roa llegaron allí, solos, dos semanas antes que el resto del equipo, para preparar y anticipar filmaciones.

Teodoro Roa nació en San Sebastián hace 37 aflos. Entró en TVE en 1967, como ayudante de cámara (trabajo denominado también «foquista», y que consiste en ocuparse de¡ enfoque de los objetivos) con Jorge Herrero, para la serie de programas titulada 365 grados en torno a... Trabajó en muchos programas de Valerio Lazarov, como El irreal Madrid, hasta que en 1973 se incorpora a El hombre y la Tierra cuando se inició la serie de Rodríguez de la Fuente. Durante las pausas del rodaje trabajó para 300 millones, Imágenes, Tauroma quia (pendiente de emitir) y otros Diez años más tarde (1977) se le reconoció la categoría de fijeza con un sueldo de 26.000 pesetas mensuales, según testimonio de un grupo de compañeros suyos, pero con una categoría laboral inferior auxiliar de cámara (trabajo que consiste principalmente en cargar los chasis de películas y limpiar la cámara). Teodoro Roa tenía, sin embargo, la responsabilidad de un operador (denominado también director de fotografía; es decir, iluminar, elegir emulsiones, objetivos y dirigir la filmación) y de segundo operador; es decir, manejar y llevar la cámara. En enero del pasado año fue reclasificado como operador. Teodoro Roa era uno de los cámaras de TVE más competentes y uno de los pocos especializado en filmaciones de animales.

Alberto Mariano nació en Madrid hace veintitrés años. Llegó a TVE como ayudante de Teodoro Roa, en 1974, para la serie de Félix Rodríguez de la Fuente. Aprendió su oficio de Teodoro Roa. En la primavera de 1976, cuando rodaba imágenes de unos pájaros en la isla de Cabrera, sufrió un grave accidente: se rompieron las clavijas mientras hacía un rappel y se despeñó desde catorce metros de altura, por un acantilado. Como consecuencia de las numerosas fracturas, estuvo hospitalizado durante seis meses en Palma de Mallorca y necesitó otros seis de rehabilitación. Al parecer, según sus compañeros, TVE le abonó durante ese tiempo el 25% de su sueldo y le reconoció la condición de fijo en 1977.

El trabajo de Teodoro Roa y Alberto Mariano, en unas condiciones muy duras, alejados permanentemente de la familia y con unos sueldos más bien bajos, sólo se explica por el amor que los dos tenían a su profesión y la dedicación total, al igual que Félix Rodríguez de la Fuente, a la serie El hombre y la Tierra, a RTVE y, en definitiva, a la audiencia. Como ellos, otros numerosos trabajadores de RTVE en el anonimato, y cuya situación en RTVE tendrá que ser reconsiderada gracias a la penosa enseñanza que ofrece la muerte de dos cámaras. Por ejemplo, uno de los reporteros de guerra de RNE, Delfin García, o Tacho de la Calle, el único operador que trabaja con Miguel de la Quadra Salcedo, y que todavía tienen la condición de colaboradores, desde hace once y quince años, respectivamente, con sueldos de 52.000 pesetas, y que contrastan con los privilegios económicos de otros trabajadores de RTVE.

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