Dos fuertes explosiones destruyen un taller de pirotecnia en Pontevedra

A las nueve y cuarto de la mañana de ayer, dos explosiones consecutivas destruyeron por completo el taller de explosivos Pirotecnia la Gallega, en Caldelas de Tuy (Pontevedra), con el resultado de tres heridos de pronóstico-reservado y uno muy grave. Los cuatro heridos son empleados del taller pirotécnico y se encontraban en el interior de uno de los dos galpones destruidos confeccionando cinco docenas de cohetes para las fiestas de San José, del vecino pueblo de Guillarey.

La primera de las explosiones se produjo por causas desconocidas,. en un galpón de 42 metros cuadrados en, el que se manipulaban unos veinte kilos de pólvora. Por simpatía explotó también una cantidad similar de pólvora almacenada en otro almacén próximo, de quince metros cuadrados. Ambas construcciones quedaron completamente destrozadas. La segunda explosión derribó un muro próximo,La onda expansiva provocó rotura de cristales en Tuy, a siete kilómetros" y en la parroquia de Carragal, a doce kilómetros del lugar de las explosiones. A veinte kilómetros, en la parroquia de Cans, se sintió la vibración y el sonido con nitidez. Las reacciones del vecindario fueron dispares y una joven, al oir el estruendo, se arrojó por la ventana de su casa, situada a cincuenta metros de distancia del taller. Otros dos empleados de la fábrica de cohetes salieron corriendo al escuchar la primera explosión y solamente sufrieron heridas leves al ser alcanzados por la onda expansiva. El coche del panadero de la aldea de Vendanova, que pasaba por la carretera, a unos cien metros del lugar del siniestro, fue violentamente desplazado hasta el lado opuesto.

Remedios Romero Caballero, la herida más-grave, de 52 años sufre lesiones importantísimas en ambas piernas, que probablemente le serán amputadas, en el brazo izquierdo y mano derecha, además de la parte posterior de la cabeza. El brazo y la mano afectados probablemente le serán también amputados. Cuando fue atendida por unos vecinos, estos comprobaron que a su alrededor había gran cantidad de billetes de mil pesetas, que la víctima llevaba encima y parece ser que suponían todos sus ahorros.

La Pirotecnia la Gallega venía confeccionando entre diez y doce docenas diarias de cohetes en invierno y el doble en verano.