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Soberano aburrimiento

Ha terminado una de las semanas más aburridas de la historia reciente de las bolsas de valores españolas.Lo peor es que con las condiciones que el mercado presentó al cierre, sumado a las maneras que le vienen siendo habituales, es muy dificil dar la bienvenida a la nueva tanda, porque casi todo apunta hacia una continuación de la racha.

La actividad en los distintos grupos se redujo, pues, a su mínima expresión. Si descontamos el sector bancario, hemos de referirnos una vez más a valores concretos para señalar algún comportamiento digno de mención.

Los bancos experimentaron cortas variaciones, negativas en sus precios, constituyéndose el Popular en la excepción que daba validez a la regia. Este fue el único valor que registró al cierre del ciclo un saldo positivo, pues rentabilizó durante su transcurso la más que evidente contracción en la oferta de sus títulos, aportando a diario pequeñas partidas compradoras que le permitieron mantener su trayectoria positiva, y aumentar su tramo de diferencia con la célebre cota del 200%. El resto del sector, conforme apuntábamos, se mantuvo dentro de unos volúmenes de negocio mínimos, en los que, si bien predominaba la oferta sobre el dinero, no es menos cierto que las entidades necesitaban de muy poco esfuerzo para evitar mayores deméritos. A las eléctricas resulta ya muy difícil encontrar calificativos originales para definir su monótono recorrido. A diario permanecen fijadas en las proximidades de sus precios precedentes, topándose con numerosas dificultades para variarlos. Una cosa hay cierta, y es que este grupo, efectivamente, parece haber tocado fondo por el momento, pues cuentan con una evidente línea de resistencia, sólo un punto o dos por debajo de sus cambios actuales. Ahora bien, no resulta menos clara su incapacidad para sumar nuevas mejoras, y esto es casi igualmente preocupante. El resto del mercado, como se divide la Bolsa siguiendo la costumbre que ya se va convirtiendo en tradición entre los asistentes habituales, no presentó ningún grupo con comportamiento destacado, aunque entre sus miembros se produjesen los movimientos más significativos de la tanda.

Tal era el caso del valor que más subía , de entre los que están incluidos en el índice general, que era Fibanansa, a quien la publicidad de sus buenos resultados ha afectado favorablemen.te. Pero también contaba con el valor que más perdía y que era Cementos Alba, que dejaba 8 enteros, probablemente porque los especialistas consideraron que, a pesar de la magnificencia de su dividendo, se encontraba excesivamente por encima de sus compañeros de sector.

El mercado de letras perdió parte su actividad. En Madrid se menzó a operar en octavos de punto para fijar los descuentos aplicados, encontrándose mayores dificultades para conseguir tomares, que, por otra parte, no parecían dispuestos a pagar más del 13,25% por los efectos de nominal superior al millón de pesetas, librados a un año. En Barcelona y Bilbao se negociaban a diario con poca fuerza una docena de efectos. El mercado vasco presenta la peculiaridad de que la oferta de letras es pública, procediéndose por tanto a su negociación con los mismos métodos que el resto de los valores mobiliarios de cotización ordinaria.

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