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PRENSA

"Diario de Barcelona" podría desaparecer

Diario de Barcelona, decano de la prensa española y uno de los más antiguos de la Europa continental -fue fundado en 1792- se halla en una situación extremadamente delicada, que puede desembocar en su desaparición o, por lo menos, en un prolongado cierre.

Ayer, por segundo día consecutivo, el viejo brusi no salió a la calle. En su lugar, anteayer, los trabajadores del brusi publicaron el ya también histórico Premsa en Lluita (Prensa en Lucha), periódico que nació de la huelga general de la prensa barcelonesa en abril de 1977. En su contenido se atacaba muy duramente al anterior director del brusi (que también lo había sido de El Imparcial), Julio Merino, y al grupo de dirigentes de Fuerza Nueva que dominaba el diario, así como a la coalición de derecha conservadora -pero en absoluto fascista- Solidaridad Catalana, que concurre. a las elecciones.Según las más diversas fuentes, en diciembre hubo un trasvase de acciones a un grupo de personas próximas o directamente vinculadas a Fuerza Nueva, entre las que figuraba el jefe provincial en Barcelona de dicho partido de extrema derecha, Manuel García Fernández, quien fue nombrado vicepresidente del consejo de administración. El trasvase de acciones fue en realidad un cambio del activo por el pasivo, ya que el precio de la venta fue a peseta la acción. Las acciones transferidas representaban el 52%, pero un 4% de las mismas estaban pignoradas en forma controla da por el grupo vendedor o cedente, cuya principal figura es el empresario José María Santacreu.

Hace unas semanas, los restantes accionistas cesaron al grupo vinculado a Fuerza Nueva valiéndose de su control sobre el 4% de las acciones pignoradas, lo que les daba una mayoría del 52%. Ese grupo tiene como característica el que varios de sus miembros figuran en las listas electorales presentadas por Solidaridad Catalana. Ese cambio de mayoría comportó el cese de Julio Merino.

La nueva mayoría reclamó a las personas vinculadas al grupo denominado Fuerza Nueva la devolución o venta a precio simbólico de las acciones que poseían plenamente, es decir, el 48% del capital, pero dichas acciones habían pasado ya a manos de una persona hasta entonces desconocida, Luis Prous Peiró. Este reclamaría también la compra del resto de las acciones o bien la venta de las propias a buen precio.

Tanto el grupo relacionado con Solidaridad Catalana como Luis Prous requieren, según las fuentes, un control claro del diario antes de proceder a pagar las cantidades adeudadas a los trabajadores.

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