Cambios en las líneas de la EMT de Carabanchel y Villaverde
La Delegación de Circulación y Transportes del Ayuntamiento de Madrid ha elaborado un informe por el que se prevén cambios en los itinerarios de diversas líneas de la EMT en los distritos de Villaverde y Carabanchel.Respecto a Villaverde, los cambios más importantes se refieren a la línea 88, que será sustituida por la 81 (Los Almendrales-Legazpi), suprímiéndose el trazado de ésta entre Los Almendrales y Oporto. Es posible que la nueva línea se prolongue próximamente hasta la meseta de Orcasitas. El sector de Rafaela Ibarra, Usera y el nuevo núcleo de Los Almendrales quedará cubierto por las líneas 6 y 60.
Otro cambio afectará a la cabecera de la línea 78, que se situará de forma que permita el fácil enlace con las líneas de Metro 3 y 5. El terminal de la 78 permanece invariable, así como su trazado hasta la plaza de Fernández Ladreda, donde se desviará por Antonio Leyva, Marqués de Vadillo, Pirámides y paseo de las Acacias, hasta Embajadores.
En cuanto al servicio que actualmente prestan las periféricas P-31 y P-31/1, cuya concesión finaliza en septiembre, se reemplazarán por un nuevo itinerario de la EMT, que posiblemente respete el trazado actual de ambas líneas.
En el distrito de Carabanchel, las modificaciones serán las siguientes: la línea 117, que sustituye a la ya caducada periférica P-17, será modificada por un ramal corto de la 47 de la EMT. Su trazado irá desde la colonia de San José Obrero hasta la glorieta de Carlos V. En este recorrido se enlazará con dos líneas de Metro, la 3 (en Legazpi, Delicias y Palos de Moguer) y la 1 (Metro de Atocha).
Los usuarios de San José Obrero que quieran empalmar con la línea 5 de Metro podrán hacerlo a través de las P-18 y P-18/2, que mantienen su recorrido. Por otro lado, aunque las periféricas P-18/1 y P-18/2 desaparecerán a finales de abril, la EMT se hará cargo del servicio con el mismo itinerario.
Por otra parte, la Delegación municipal de Transportes hace saber que el déficit de la EMT en el ejercicio de 1979 asciende a algo más de 3.900 millones de pesetas, lo que significa un leve descenso, desde el momento en que el déficit previsto se situaba en torno a los 4.200 millones. Los gastos más importantes son los de personal, que ascienden al 72,70% de los costes de explotación.
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