Un joven agredió a un policía en un juicio contra miembros de ETA militar

Un joven, hermano de uno de los procesados, atacó a un sargento de la Policía Nacional en un momento del juicio que se celebró ayer en la Audiencia Nacional contra los presuntos miembros de ETA militar, Iñigo Aranguren Egaña, Juan Manuel Echeverría Oliden, Francisco Rafael González Aguirreberualde y Ramón María Alfaro Otaegui, acusados de la colocación de un artefacto en la Delegación de Hacienda de San Sebastián y de otro en el domicilio de José María Otazu, que causaron daños valorados en cerca de un millón de pesetas, así como del robo a punta de pistola del coche propiedad del ciudadano Félix Michelena Lardy.El joven en cuestión, que estaba sentado entre el público, se lanzó contra el sargento cuando éste se proponía dar cumplimiento a la orden del presidente del tribunal, de que fuera desalojado el público de la sala, que había prorrumpido en vítores y aplausos a las manifestaciones de los procesados de que no reconocían al tribunal «por formar parte del aparato represivo».

Golpeado, tras ser reducido

El agresor fue inmediatamente reducido por varios miembros de la Policía Nacional que se encontraban en el interior de la sala de audiencia y colocado boca abajo contra el suelo. Cuando se encontraba en esta posición, prácticamente inmovilizado, un miembro de la Policía Nacional le dio al joven agresor un fuerte taconazo, que le alcanzó la frente y el ojo derecho. Una vez detenido, el joven fue identificado como Juan Aranguren Egaña, hermano de uno de los procesados. El joven fue directamente conducido a los calabozos de la Dirección General de Seguridad, sin pasar por ninguno de los juzgados centrales de instrucción de la Audiencia Nacional, tribunal ante el que se produjo el incidente.El incidente tuvo su origen en la actitud de los procesados, excepto Ramón María Alfaro, quienes, una vez iniciado el juicio, se negaron a identificarse ante el tribunal, porque lo consideraban «parte del aparato represivo». Ante estas manifestaciones, el público, en su mayor parte familiares de los procesados, prorrumpieron en vítores a favor de ETA militar y en aplausos. El presidente dio la orden de que se llevasen a los procesados, salvo a Ramón María Alfaro, quien se encuentra en libertad provisional, y de que el público fuera desalojado de la sala de audiencia.

La vista continuó en lo que se refiere al procesado Ramón María Alfaro y con la sola presencia de los periodistas que cubrían la información del juicio. El procesado negó todos los hechos que se le imputaban, salvo que tuvo una pistola en su poder, que, según manifestó, se la había dado un joven antes de ir a la mil¡.