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Alarma entre los propietarios de perros

En una ciudad como Madrid se calcula la existencia de una cifra de perros comprendida entre 120.000 y 150.000. En Barcelona, probablemente haya más de 200.000 de estos animales. Desde hace algunas semanas existe entre sus propietarios grave preocupación ante la aparición de numerosos casos de gastroenteritis hemorrágica por parvovirus, que puede suponer la muerte del animal, especialmente si se trata de cachorros afectados por miocarditis, a consecuencia de la infección.

Algunos laboratorios farmacéuticos están aprovechando la coyuntura para instar a la vacunación masiva, mientras otros especialistas consideran que no tiene sentido la alarma, si se procede a un tratamiento correcto de la enfermedad.Según especialistas consultados pertenecientes al departamento de Patología General y Anatomía Patológica de la facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, las heces, cuando aparece el mal, son generalmente muy fluidas, grisáceo-amarillentas, a veces estriadas de sangre o francamente hemorrágicas y siempre de olor pútrido. La temperatura permanece generalmente subnormal y «cuando se aprecia hipertermia, esto es un indicio de complicaciones bacterianas». Otro síntoma, más tardío, es la muerte cardiaca. Perros convalencientes, incluso de un proceso abortado, mueren brutalmente en ocasiones tres semanas después del episodio diarreico. En la autopsia, se aprecia una mucosa intestinal notablemente engrosada y, a veces, focos necróticos en hígado y riñón. La clave para el diagnóstico de la enfermedad descrita arranca de la detección del hecho de que la gastroenteritis no cese dentro de las 24-48 horas siguientes, practicada una terapéutica clásica; este puede ser un motivo de sospecha de la existencia de parvovirosis.

En otro orden de cosas, EL PAIS ha podido conocer que existe una verdadera fobia o furia de vacunación por parte de los propietarios de perros. Esta fobia está fomentada, al parecer, por algunas empresas fabricantes de vacunas que han enviado cartas instando a la vacunación masiva, hasta el punto de haberse agotado el stock de aquéllas.

Consultados a este respecto, los especialistas de la facultad de Veterinaria se negaron a hacer comentarios al respecto, si bien parece ser que la vacuna empleada -la utilizada para el panleucopemia del gato- sólo ofrece cierta inmunidad. Otros veterinarios consultados consideran que, dado el bajo índice de mortalidad del mal -un 5% de los casos-, lo más oportuno es proceder al tratamiento adecuado. No tiene mucho sentido, según estos especialistas, la alarma colectiva.

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