El presidente de Yugoslavia,
Josip Broz Tito, fue sometido el viernes, como todas las semanas, a una sesión de hemodiálisis. «La aplicación de un tratamiento con la ayuda de un riñón artificial, continúa », dice el boletín médico emitido ayer. El reconocimiento, aunque implícito, de una insuficiencia renal en el organismo del mariscal, no había aparecido en los boletines médicos hasta ayer.
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