Se investiga la existencia de una "infraestructura terrorista" árabe en España

Según informaciones difundidas ayer, los funcionarios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid que trabajan en el esclarecimiento del asesinato por error del que fue víctima el abogado Adolfo Cotelo, han practicado alguna nueva detención vinculada al caso, y asimismo han sido llamadas a declarar varias personas. Según informa Europa Press, el presidente honorario de la comunidad judía en Madrid, Max Mazin, se encuentra actualmente fuera de España.

Al presunto asesino del abogado Adolfo Cotelo, que fue detenido muy pronto por una pareja de policías nacionales, le ha sido aplicada la ley Antiterrorista, lo cual permite alargar el período de detención.Las investigaciones policiales se dirigen a la localización de alguna infraestructura terrorista formada por árabes en España, según indica Europa Press. Esta presunción se basa en el hecho de que, al parecer, la metralleta con que se cometió el atentado fue adquirida en territorio español; se piensa también que el asesino recibió las instrucciones y la ayuda precisa una vez llegado a Madrid. Se confirma plenamente que el objetivo era, como ya se ha dicho, el empresario judío Max Mazin, a quien Said Alí Salman creyó haber matado hasta varias horas después de su detención.

La Comunidad Israelita ha hecho público un comunicado en el que expresa «su indignación, y condena ante el atentado dirigido contra Max Mazin y que causó la insensata muerte de una inocente víctima». En el último párrafo del escrito, la Comunidad Israelita expresa su confianza en que «el Gobierno sabrá sacar las consecuencias que se imponen de cara a su postura ante la organización terrorista llamada OLP, cuyo cabecilla, Yasser Arafat, fue recibido oficialmente hace poco tiempo en nuestro país».

Esta nota de la Comunidad Israelita fue difundida poco después de que la oficina de la OLP en Madrid se desvinculara absolutamente del atentado, por medio de un comunicado en el que sugería que el criminal habría podido ser contratado «por alguna parte» para perjudicar la causa de la OLP en Europa.

A este respecto, la prensa israelí daba cuenta ayer, con todo lujo de detalles, del atentado de Madrid -informa nuestro corresponsal en Jerusalén, Víctor Cygielman-, al mismo tiempo que ridiculizaba a la OLP por lavarse las manos en este hecho y sugerir la posibilidad de que hubiera sido una «provocación sionista».

Fuentes políticas de Jerusalén manifestaron al corresponsal de EL PAIS: «Será interesante ver si las autoridades españolas tratarán de encontrar realmente a quienes, en lo alto, daban las órdenes a los asesinos, o bien si, por no irritar a la OLP, la policía española recibirá instrucciones de echar tierra sobre el asunto.»

Fuentes españolas no descartan, de todos modos, la posibilidad de que los servicios secretos israelíes hayan tenido algún tipo de intervención en el asunto. Según esta hipótesis, Israel podría estar interesada en este extraño atentado que, sin conseguir su aparente objetivo -matar al empresario Max Mazin-, contribuiría a poner dificultades en las relaciones entre el Gobierno español y la OLP.

También la Federación Sefardí de España ha dirigido un telegrama al rey Juan Carlos, en el que le pide que intervenga «ante su propio Gobierno» para condenar el acto terrorista del pasado lunes.

Los restos mortales de Adolfo Cotelo recibieron ayer sepultura en el cementerio de La Almudena, de Madrid. Asistieron medio millar de personas, entre ellas el ministro de Administración Territorial, Antonio Fontán. Se produjeron entre los familiares vivas escenas de dolor durante el sepelio. La Asociación de Empresas de Registro de Sonido de España (ANERS) -una de las cuales era la que dirigía el señor Cotelo- ha hecho público un comunicado en el que manifiesta su condena del hecho y testimonia su pesar a la familia.