Comienza el congreso constituyente del PC de Asturias

Cuatrocientos sesenta y tres delegados asisten al congreso constituyente del Partido Comunista de Asturias (PCA), que dio comienzo en la tarde de anteayer en el salón principal del hotel de La Reconquista, de Oviedo, de cinco estrellas, con la ausencia de Santiago Carrillo, muy ocupado con los procesos electorales vasco y catalán, y Dolores Ibárruri, que se encontraba a punto de emprender viaje a Yugoslavia.

El secretario general saliente, Gerardo Iglesias, que será reelegido con seguridad, dio lectura a un extenso informe del comité regional en el que se justifica la transformación de la organización comunista asturiana en partido regional en la necesidad de que el proyecto político e ideológico del PCE penetre en la diversidad del Estado para unir todas las causas en una misma voluntad transformadora, y que la afirmación regionalista no parta de una visión cantonal, sino de las exigencias del proyecto global de los comunistas españoles.

El señor Iglesias condenó la invasión soviética de Afganistán, uno de los temas polémicos en las conferencias comarcales, especialmente en Gijón y Langreo, las agrupaciones asturianas de mayor militancia comunista, en las que hubo serias resistencias a suscribir los términos condenatorios aprobados por el Comité Central del PCE, y acusó a UCD de resucitar el anticomunismo «en un intento de aislar a lo más combativo de los trabajadores».

Gerardo Iglesias se mostró partidario de recomponer la unidad de acción de CC OO y UGT, en vez de arrollar a la central socialista como pretenden algunos, y reafirmó el proyecto eurocomunista de revolución en mayoría, que aspira a un socialismo en libertad con pluralidad de partidos. Advirtió también de la responsabilidad en que incurriría UCD si mantenía su actitud de obstaculizar el proceso autonómico. «Una oportunidad importantísima para esta tierra marginada y deprimida».