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Coplaco se opone a la proliferación de "eamplings" en la provincia

La Comisión de Planeamiento y Coordinación del Area Metropolitana de Madrid (Coplaco) se muestra contraria a la proliferación de campings en la provincia, según se deduce de la denegación dada a la instalación de uno en el término municipal de Daganzo de Arriba y a la propuesta para la actuación en contra de otro ya instalado en el término municipal de San Lorenzo del Escorial.La reunión de la comisión delegada de Coplaco, que se celebró anteayer, sirvió para poner sobre el tapete la política urbanística de este organismo con respecto a la instalación de campings en la provincia. Según explicó Pedro Pinto, director técnico de Control Urbanístico, durante la rueda de prensa que se celebró ayer por la mañana, los campings que actualmente se vienen ubicando en España son suburbanizaciones que, sin seguir para ello la tramitación administrativa exigida, se convierten en segunda residencia de sus habituales usuarios, toda vez que el terreno es ocupado, sin limite de tiempo, por sus caravanas, lo que conlleva una parcelación ¡legal de suelo normalmente calificado como rústico.

La postura defendida por Coplaco entra, cuando menos, en conflicto con los propósitos de la Diputación Provincial que, tal como anunció semanas atrás -ver EL PAÍS del día 11 de enero-, tiene la intención de crear una red de campings en la provincia, bajo la creencia de que, en ella, existen muy pocas plazas de ese tipo.

Carlos Conde Duque, delegado del Gobierno en Coplaco, dijo que tal situación de posible enfrentamiento «no es tan dramática», y que lo que tienen que hacer los dos organismos es ponerse de acuerdo sobre qué tratamiento deben recibir los que pretendan instalarse en esta provincia en el futuro.

Pedro Pinto aseguró que «ciudades como León o Zaragoza fueron, en sus orígenes, campamentos romanos». De todas maneras, para intentar solucionar el tema, el señor Pinto apuntó la posibilidad de que los campings a crear en la provincia lo fueran en los polígonos no desarrollados del plancamiento vigente o en el borde exterior de los términos municipales -siempre y cuando no afecten directamente a los cascos urbanos ya consolidados-, o en terrenos públicos municipales -con lo que se evitarían posibles especulaciones posteriores con ese terreno.

De todas maneras, según el mismo director técnico de Control Urbanístico, la instalación de un camping produce en torno a él una demanda adicional de servicios y una inseguridad para la agricultura y la ganadería de la zona, toda vez que los campistas se comen los frutos de la huerta o ahuyentan el ganado «¿De qué comeríamos si todo el terreno se convierte en un camping?», se preguntó.

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