Extendida la ley marcial en Turquía
El Parlamento bicameral de Turquía aprobó ayer en sesión conjunta la aplicación de la ley marcial a las provincias de Esmirna y Hatay y su ampliación por otro año y medio en otras dieciocho provincias.El ministro del Interior, Mustafá Gulcigil, manifestó que continuaba extendiéndose la actividad terrorista en el país, a pesar de los catorce meses de ley marcial implantada en diferentes regiones de la nación.
Añadió que «los terroristas» habían extendido sus actividades a Esmirna, en la costa egea, y a Hatay, en el Sur, debido a que dichas áreas no estaban afectadas hasta ahora por la ley marcial.
Mientras tanto, dos estudiantes fueron muertos y otro fue herido gravemente por cuatro «terroristas» que irrumpieron en su apartamento, ayer, en Estambul.
Preocupación de la OTAN
El deterioro de la situación en Turquía preocupa seriamente en los círculos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). «La situación es algo más que grave», afirmó un diplomático en Bruselas, «pero oficialmente no estamos preparados para organizar la ayuda a Turquía, aunque este país es el último bastión de la Organización Atlántica en Asia», informa desde Bruselas la agencia France Presse.Para otros observadores, fundamentalmente los militares, resulta «lamentable» que la OTAN carezca de medios para actuar con vistas a aliviar la situación económica turca, que «amenaza la estabilidad de un país miembro de la Alianza»
Según estimaciones, la inflación turca se sitúa entre el 120% y el 150% anual, el paro alcanza al 20% de la población y la deuda externa se acerca a los 15.000 millones de dólares (más de un billón de pesetas). Ante esta situación, el Ejército turco dirigió una seria advertencia a los partidos políticos el pasado mes de enero.
Los países occidentales, en especial la CEE -Turquía solicitará su adhesión al Mercado Común Europeo el presente año, están dispuestos a conceder la máxima ayuda posible a este país, estratégicamente clave en los momentos de deterioro de la situación internacional.
Esta atención que prestan los países occidentales a Turquía provoca recelos en Grecia, enfrentado con su vecino por la crisis de Chipre.
La desconfianza ha quedado patente en el rechazo por el Gobierno de Atenas de los nuevos planes de la OTAN sobre el control aéreo del mar Egeo en caso de conflicto internacional.
Según informaciones recogidas de fuentes seguras en la capital griega, la oposición del Gobierno de Atenas a estos planes de la OTAN se debe a que son considerados como demasiado favorables a los puntos de vista de Turquía.
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