Gran Bretaña podrá reanudar sus exportaciones de armas al Gobierno de Teherán

Si se produce una pronta liberación de los rehenes americanos en Teherán, Gran Bretaña podrá reanudar la venta de armas a Irán, país que durante el régimen del sha absorbía una décima parte de la producción militar británica.Según informaciones publicadas ayer en Londres, una misión militar iraní regresó el pasado fin de semana a su país después de celebrar conversaciones con funcionarios británicos sobre la reanudación del suministro de armas a Irán, suspendido por el ayatollah Jomeini poco después del triunfo de la revolución.

La misión iraní, que hace la número tres de las enviadas a Inglaterra por Teherán en los últimos nueve meses, se mostró principalmente interesada en conseguir piezas de repuesto y munición para los novecientos tanques de fabricación británica del modelo Chieftain, que constituye el núcleo principal de los regimientos acorazados del Ejército persa.

El Ejército iraní se enfrenta al problema de los repuestos para sus tanques de fabricación británica como consecuencia del embargo parcial decretado por el Gobierno de la señora Thatcher contra Irán, como protesta por la retención de los rehenes en la embajada-americana de Teherán. Una gran parte de los Chieftain se encuentra inmovilizada en sus guarniciones por falta de piezas de repuesto y munición.

Una de las dificultades encontradas por los funcionarios británicos en sus negociaciones con los iranies proviene de los cambios de personal en las misiones enviadas por Teherán, compuestas siempre por técnicos y oficiales diferentes, con lo que ha sido prácticamente imposible mantener una continuidad en el diálogo. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, el hecho de que las conversaciones en torno al suministro de armas continúen es interpretado en Londres como un síntoma del deseo del Gobierno de Teherán de reconstruir sus cuarteadas fuerzas armadas para enfrentarse con éxito a una posible agresión procedente del exterior o a una subversión interna.

Las conversaciones se han celebrado hasta ahora a nivel técnico, sin intervención política del Foreign Office, debido a la crisis de los rehenes. Pero la distensión que se observa en las relaciones entre Washington y Teherán, a raíz de la elección del presidente Banisadr, permite afirmar que, tan pronto como se produzca la liberación de los rehenes, Gran Bretaña no tendrá inconveniente en reanudar sus exportaciones de armas a Irán.

En tiempos del destronado monarca, Irán absorbía una décima parte de las ventas de armas británicas al exterior, una productiva industria para el Reino Unido, que le produce unos ingresos superiores a los 1.100 millones de libras anuales (unos 165.000 millones de pesetas).

Por otra parte, y según se reveló ayer en la capital británica, Inglaterra ha concluido un acuerdo por el que suministrará equipo de apoyo artillero al Ejército saudí por un total estimado de cien millones de libras (unos 15.000 millones de pesetas).